Lucía Vargas C/CORRESPONSAL/ GRANADA.-Los habitantes de Granada están cansados de escuchar por todas partes ruidosos perifoneos y negocios que ofertan productos con música perturbante. Esa ha sido la razón por la que se hizo una convocatoria a los encargados de trabajar en perifoneos en las calles, para regular los altos sonidos que se emiten en las calles de La Gran Sultana. Los perifoneos elevan su sonido a 100 decibeles, cuando lo permitido por el Ministerio de Salud es entre 60 y 65.
Las autoridades de medio ambiente de la Alcaldía reunieron a unas seis personas que se dedican a este negocio y a quienes les hicieron saber la urgencia de que se legalicen y además cumplan con lo que estipula la Ordenanza Municipal Ambiental 003- 2009. De no ser así, estos serán multados y en el peor de los casos tendrán suspensión de trabajo.
Esta ordenanza indica en el artículo 18 que “cualquier actividad que implique la utilización de parlantes, bocinas, micrófonos, instrumentos musicales, o cualquier otro medio que pueda producir ruidos o destellos que superen los 65 decibeles, deberá contar con un permiso emitido por la Alcaldía, mediante el cual se regulen las horas y lugares en que se puedan realizar las actividades y medidas a seguir con los instrumentos necesarios para evitar molestias públicas”.
La ordenanza mandata a los ciudadanos que sobreviven de este tipo de negocios trabajar en horas permitidas y que no interrumpan la tranquilidad en escuelas, iglesias, hospitales, instituciones del Estado, alcaldías y zonas bancarias.
DEBEN LEGALIZARSE
Rubén Fernández Morales, inspector ambiental de la comuna de Granada, dijo que hay más de 25 personas dedicadas a este negocio, pero solo dos están registradas legalmente.
En la reunión participaron funcionarios de la Policía, el Ministerio de Salud y la encargada de regulación de estas actividades por parte de la comuna. “Hemos visto que incluso los dueños de bares y restaurantes se están metiendo mucho al sistema de perifoneo, lo que no se puede seguirse dando, pues su actividad es otra”, dijo Fernández, quien explicó que los dueños de restaurantes montan un enorme parlante en una camioneta y salen a las calles a anunciar sus actividades, lo que está terminantemente prohibido.
Fernández invitó a las personas que trabajan en perifoneo de forma ilegal a que soliciten su matrícula y luego visiten el Minsa para buscar al capacitador, Freddy Vallecillo, para que les indique los decibeles permisibles. Después tienen que buscar el aval ambiental en la Alcaldía, donde les indicarán los puntos de la ciudad adecuados para este tipo de servicio.
Las personas que trabajan en perifoneo sin permiso alegan que ante la falta de empleo están buscando alternativas de sobrevivencia, por cuanto no pueden dejar de ejercer ese trabajo.
MONSEÑOR SOLÓRZANO SE QUEJA
Gustavo Carrillo, jefe del departamento ambiental de la comuna, dijo que hay quejas de los vecinos del parque, pobladores de los barrios La Libertad y Barricada, donde hay más de cinco bares y discotecas. La gente pide que regulen los escándalos, el ruido de las discos y a la gente que se orina en las aceras de las viviendas cuando están ebrias.
“El señor obispo Jorge Solórzano también se ha quejado, porque en el sector de la curia las empresas de celulares exponen a largas horas de ruido a los vecinos y a las personas en general para ofertar sus productos”, dijo Carrillo.
Asegura que también hay quejas contra negocios de electrodomésticos y vendedores de discos ubicados en calle El Comercio, los que emiten sonidos muy elevados en prolongadas jornadas para hacer propaganda a sus artículos, lo que ha causado serias molestias en la población.
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