EL CAIRO/AP
Los egipcios, deseosos de participar en su primera votación libre en décadas, hicieron fila el sábado por centenares para votar sobre las enmiendas constitucionales patrocinadas por los militares gobernantes y que sus detractores temen podrían transformar al principal grupo islamita del país en la mayor fuerza política de Egipto.
El referéndum nacional es la primera prueba importante de la transición de Egipto a la democracia tras el levantamiento popular que sacó del poder al veterano presidente Hosni Mubarak hace cinco semanas, que transfirió el poder a los militares.
Los primeros indicios muestran una asistencia a las urnas desacostumbradamente numerosa, con filas que comenzaron a crecer horas antes de que abrieran los centros de votación, hombres y mujeres en filas separadas como en muchas naciones musulmanas.
La votación promete ser la más libre en Egipto desde 1952, cuando fue abolida la monarquía creada por el imperio británico. Desde aquel entonces el país ha sido gobernado por hombres con antecedentes militares, y cada consulta popular a partir de entonces estuvo afectada por el fraude y la escasa participación.
“Se trata de un día histórico para Egipto”, dijo a los periodistas el viceprimer ministro Yahya al-Gamal tras votar en El Cairo. “Nunca vi en Egipto un número tan nutrido de votantes. Finalmente, el pueblo de Egipto ha comprendido que su voto cuenta”.
Los votantes tendrán que elegir entre el ‘sí’ o el ‘no’ sobre la totalidad de los nueve cambios, lo que permitiría el acceso a la postulación presidencial de candidatos independientes, impondrá límites a los mandatos presidenciales y derogará las leyes de emergencia aprobadas hace 30 años y que daban poderes casi omnímodos al mandatario. Los resultados preliminares serán anunciados el domingo.
Un voto por el “sí” permitirá efectuar elecciones parlamentarias y presidenciales a fines de este año o propicios del próximo, un calendario que, según los detractores, es apresurado para que se organicen y puedan competir con efectividad en las elecciones más de una decena de grupos políticos nacidos de los 18 días de manifestaciones callejeras contra Mubarak.