WASHINGTON/EFE
El actor y cineasta Robert de Niro defendió ayer la broma que hizo durante la gala de los Globos de Oro, en la que hizo referencia a que algunos miembros de la prensa extranjera habían sido deportados como “la mayoría de camareros”.
“Mi intención era hacer un chiste y creo que llega al extremo de lo ridículo cuando la gente se ofende por esto y por aquello”, dijo en una entrevista con Univision.
El artista, que habló con el programa Al Punto sobre su más reciente película, Freelances, consideró que “pueden opinar pero ya basta, cuando se hace un chiste es un chiste y la gente debe verlo como eso”.
“Mi intención no era ofender a nadie”, agregó el actor, que fue galardonado por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood con el premio Cecil B. DeMille por su contribución a la industria del espectáculo en la Gala de los Globos de Oro el pasado enero.
En su discurso de aceptación el actor lamentó que “más miembros de la prensa extranjera no estén con nosotros esta noche, pero muchos de ellos han sido deportados antes de la gala, junto con la mayoría de los camareros y Javier Bardem”.
De Niro hacía alusión a la ausencia del actor español en la gala y a la polémica política migratoria del país, que se ha convertido en un tema espinoso para el Gobierno del presidente Barack Obama, pero su broma no fue bien recibida por algunos grupos de inmigrantes que la encontraron despectiva y de mal gusto.
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