BEIRUT/AP
Las fuerzas de seguridad sirias abrieron fuego sobre decenas de miles de manifestantes este viernes en varias ciudades y mataron a por lo menos 20 personas e hirieron a centenares más, dijeron testigos y un grupo de derechos humanos.
Ammar Qurabi, quien dirige la Organización Nacional por los Derechos Humanos, dijo que la mayoría de los decesos ocurrieron en Dara, el epicentro de las protestas contra el régimen. Dieciséis personas murieron en Dara, tres en Harasta, un suburbio de Damasco, y uno en la ciudad de Homs, apuntó.
El gobierno reconoció que hubo actos violentos hoy en Dara, pero sólo mencionó dos muertes y culpó a bandoleros armados por ellas.
Un testigo que ayudó a llevar a los muertos y heridos al hospital de la ciudad, dijo que estaba en la protesta y que vio cómo las fuerzas de seguridad abrieron fuego.
“Mis ropas están llenas de sangre”, dijo por teléfono desde Dara. Como la mayoría de activistas y testigos que hablaron con The Associated Press, pidió guardar el anonimato por temor a represalias.
Los organizadores de la protesta pidieron en las últimas tres semanas a los sirios que se lanzaran los viernes a las calles para exigir reformas en una de las naciones más autoritarias del Medio Oriente. Las protestas han sacudido al régimen del presidente Bashar Assad, cuya familia ha gobernado Siria desde hace 40 años.
Las declaraciones de testigos en Siria no se pudieron confirmar de manera independiente porque el régimen ha restringido el acceso de los medios de comunicación al país.