BENGASI, LIBIA/EFE
Los dirigentes rebeldes libios rechazaron ayer la propuesta de mediación de la Unión Africana (UA), que incluía un alto el fuego inmediato, aceptado supuestamente por el líder libio Muamar Gadafi, cuyas tropas continuaron, sin embargo, bombardeando varias zonas en el oeste y el este del país.
El presidente del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), Mustafá Abdelyalil, máximo representante de los insurgentes, aseguró ayer, tras reunirse con los enviados africanos, que los rebeldes “no negociarán la sangre de sus mártires” y subrayó que Gadafi y sus hijos “deben irse inmediatamente”.
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En una conferencia de prensa en un hotel de Bengasi tras analizar con la misión de la UA su propuesta, Abdelyalil recalcó que no aceptarán ninguna solución que no incluya “todas las demandas básicas del pueblo libio”, entre ellas la salida de Gadafi y su clan del poder, además del derecho a expresarse libremente en todo el país.
De este modo, el máximo dirigente de los rebeldes libios rechazaba tajantemente el alto el fuego inmediato incluido en la hoja de ruta panafricana, que Gadafi había aceptado horas antes en Trípoli.
Pese a que Gadafi comunicó el domingo a los enviados continentales —entre ellos el presidente sudafricano, Jacob Zuma y el maliense, Amadu Tumani Turé— que aceptaba la propuesta de alto el fuego, sus tropas atacaron ayer duramente Misrata, la tercera ciudad libia, cercada desde hace más de mes y medio por sus tanques y artillería pesada, así como otras zonas en torno al enclave oriental de Brega.
“Gadafi no ha respetado las resoluciones de la ONU, ha continuado bombardeando civiles y ciudades, matando a los libios”, dijo Abdelyalil. El presidente del CNT resaltó que los insurgentes valoran los esfuerzos de mediación africanos, pero insistió en que Gadafi debe irse “si no quiere que la sangre de miles de libios llegue hasta Trípoli y acabe también con él”.
Mientras los mandatarios continentales detallaban a los dirigentes rebeldes su propuesta, cerca de tres mil manifestantes pidieron frente al hotel de Bengasi donde se celebraba el encuentro que no se acepte ninguna negociación con el régimen del coronel libio.
“Ninguna paz con el asesino y su régimen”, “Gadafi márchate y deja de matar a tu pueblo, nadie te cree ya”, clamaron los manifestantes, que atestaron la explanada frente al mar a la entrada del hotel “Tevesti”, uno de los más lujosos del bastión rebelde que, como casi todo antes en Libia, pertenecía al régimen y ahora se adorna con enseñas revolucionarias.
Los sublevados consideran que si se permite la expresión libre en Trípoli y en otras ciudades, miles de libios saldrán a las calles y pedirán que Gadafi deje el poder, lo que aceleraría la descomposición de su régimen.
Los gadafistas también recrudecieron su asedio sobre Misrata, castigada ayer por primera vez con potentes misiles rusos Grad, además de con fuego de mortero y otro armamento pesado, indicaron fuentes rebeldes y testigos.
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