CIUDAD DEL VATICANO/AP
El papa Benedicto XVI, frente a una multitud en la misa al aire libre del Domingo de Ramos, alabó los logros tecnológicos de la humanidad pero lamentó que sus crecientes habilidades también pueden usarse para el mal.
Blandiendo hojas de palmas y ramas de olivo —símbolos de paz— turistas, peregrinos y romanos llenaron la Plaza de San Pedro, un día soleado y con brisa que marca el inicio de las ceremonias de la Semana Santa. Cuando comenzó la ceremonia, la plaza estaba casi llena, pero al final la multitud se desbordaba hacia una calle que desemboca en el río Tíber.
La liturgia del Domingo de Ramos conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y la homilía de Benedicto XVI habló sobre cómo los triunfos humanos también son templados por el egoísmo y la maldad.
“Desde el principio, hombres y mujeres han tenido —y esto es verdad ahora y siempre— un deseo de ser como Dios, de alcanzar las alturas de Dios con sus propios poderes”, dijo el Pontífice. “Todos los inventos del espíritu humano son al final un esfuerzo para crecer alas”, agregó.
“La raza humana ha logrado tantas cosas: ¡Podemos volar! Podemos ver, oír y hablar entre nosotros desde los puntos más lejanos de la Tierra”, dijo el Papa a los fieles.
“Y aún así, la fuerza de gravedad que nos jala es poderosa”, arrastrando personas “hacia el egoísmo, la falsedad y la maldad”, dijo.
Benedicto XVI cumplió 84 años el sábado. Cuando la ceremonia terminó, un hombre en la multitud gritó: “Larga vida al Papa” y algunos fieles comenzaron a cantar la versión italiana del “Feliz cumpleaños”.
La resistencia del Papa parecía buena durante la aparición de casi tres horas, la primera de una serie de celebraciones públicas durante la Semana Santa.
Se esperan multitudes aún mayores el 1o. de mayo, cuando Benedicto XVI beatifique a su predecesor Juan Pablo II en la misma Plaza de San Pedro.
[imported_image_64713]