LA HABANA/AFP y EFE
La máxima dirigencia comunista de Cuba debatía ayer el futuro modelo económico y político delineado por Raúl Castro: un régimen rejuvenecido con límite de mandato, siempre de partido único, y una gradual reforma económica sin capitalismo.
Los 1,000 delegados del VI Congreso del Partido Comunista (PCC) iniciaron a puerta cerrada la discusión del informe presentado por el mandatario el sábado, en el inicio del cónclave, marcado por medidas que se alejan del modelo económico ultracentralizado soviético y se acercan a uno más moderno, como el chino.
Dando un giro al estilo y estructura política del socialismo en Cuba, Raúl Castro —a quien su hermano Fidel cedió el mando en 2006 tras 48 años en el poder— propuso limitar a dos periodos consecutivos de cinco años el mandato de los cargos del poder.
- El expresidente Fidel Castro se excusó por no haber participado de un desfile militar y la apertura del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC), inaugurado por su hermano Raúl.
El desfile también enmarcó el inicio del cónclave del único partido político de Cuba, al cual tampoco asistió Fidel Castro, formalmente su primer secretario, aunque él mismo indicó hace semanas que desde que enfermó y delegó el poder en 2006 no desempeña funciones.
Durante este congreso se elegirá también a las nuevas autoridades del partido único cubano.
Según los analistas, con esta renovación previsiblemente se oficializará la renuncia del expresidente Fidel Castro como primer secretario del partido para que su hermano Raúl ocupe ese cargo.
Fidel Castro, de 84 años, está apartado del poder desde 2006, y el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, por ley de vida es el último de la generación histórica de la Revolución cubana.
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El Congreso analiza también 311 medidas económicas, según Raúl urgentes para “garantizar la irreversibilidad del socialismo”: apertura al sector privado, recorte de empleos, descentralización de la agricultura, autonomía empresarial y eliminación de subsidios.
Enérgico, llamó a erradicar el “dogma”, las “consignas vacías”, el “amiguismo favorecedor”, la “mentalidad de inercia” vigentes en medio siglo de socialismo, en lo político y económico.
Falta un “cambio de mentalidad”, sobre todo en los dirigentes, que “si no lo logramos, no lo vamos a lograr en la población”, dijo la delegada Raquel Zalavarría, según la televisión.
RELEVOS TARDÍOS
Raúl Castro, que en junio cumplirá 80 años, criticó el “desacierto” y la “falta de rigor y visión” en la selección de dirigentes, pues ha prevalecido la militancia comunista en lugar de la capacidad, por lo que ahora afrontan “las consecuencias de no contar con una reserva de sustitutos debidamente preparados”. Castro advirtió que en los próximos cinco años se debe garantizar el “rejuvenecimiento” de los cargos, “sin excluir al “actual Presidente” ni “al primer secretario” del PCC.
Los cubanos aún digerían ayer el anuncio. “Muy bien. Cuando uno se eterniza en un cargo vienen los nombramientos a dedo y no se ven los problemas”, dijo Roberto García, economista jubilado de 74 años.
Yoelvis, informático de 32, opina que “ceden porque ya no les queda mucho tiempo, pero debieron hacerlo hace tiempo”.
PASO HISTÓRICO
El analista cubano Arturo López-Levy estimó que “el límite de mandatos es un paso histórico hacia las formas institucionales y colectivas de liderazgo. El modelo ‘Fidel al timón’ es sustituido. Hay una crítica al voluntarismo e improvisación”.
Para algunos observadores consultados ayer por Efe, Raúl Castro puso el sábado “en su sitio” al PCC y exigirá a sus militantes que se cumplan sus órdenes y orientaciones y que no permitirá que los acuerdos de este congreso se queden en la “gaveta”, como ha sucedido con los anteriores cónclaves del partido.
En lo económico, Raúl explicó que el modelo “excesivamente centralizado” transitará “hacia un sistema descentralizado”, en el que primará la planificación del Estado socialista, “pero no ignorará las tendencias del mercado”.
Advirtió que es necesario acabar con subsidios como la “libreta” (canasta básica) y que continuará “sin prisa pero sin pausas” el recorte de empleos estatales, temas de preocupación de los cubanos.
Apaciguando temores, Raúl Castro afirmó que no habrá “terapias de choque” estilo FMI y que la desaparición de la libreta no será “de golpe”, en tanto dio la buena noticia de que pronto se autorizará la compraventa de casas y autos.
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