Guatemala/ACAN-EFE
Un tribunal penal de Guatemala absolvió hoy al expresidente Alfonso Portillo (2000-2004) y a dos de sus exministros, acusados de corrupción por la Fiscalía y por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).
El Tribunal Undécimo de Sentencia Penal, al declarar inocentes al exmandatario y a sus exministros de Defensa, Eduardo Arévalo, y Finanzas, Manuel Maza, ordenó la libertad de los imputados, sin embargo, sobre Portillo aún pesa una solicitud de extradición por parte de la Justicia de los Estados Unidos.
Eufórico después de escuchar el fallo del tribunal, Portillo dijo a los periodistas sentirse “feliz y satisfecho” por la resolución dictada por el tribunal, que “actuó -dijo- conforme a derecho”.
El expresidente aseguró que junto a su defensa está “listo para seguir en la lucha” por demostrar su inocencia absoluta de los cargos que le imputaron, y señaló que el fallo “afecta” la petición de extradición hecha por la Justicia de los Estados Unidos, que lo acusa de delitos de lavado de dinero.
Portillo es el primer exmandatario guatemalteco que es sentado en el banquillo de los acusados por los millonarios actos de corrupción ocurridos durante su mandato.
El fallo del tribunal fue leído por la jueza Patricia Deras ante decenas de personas, entre ellos el fiscal costarricense Francisco DallAnesse, jefe de la Cicig, y la fiscal general de Guatemala, Claudia Paz y Paz, para quienes la resolución constituyó un fuerte revés.
El tribunal no dio valor probatorio a los informes de auditoría de la Contraloría General de Cuentas presentados por la Fiscalía, ni al testimonio del expresidente del Crédito Hipotecario Nacional José Llort, quien testificó ante el tribunal que en esa institución bancaria se realizó la “transacción” del dinero que la Fiscalía sostenía que malversaron Portillo y sus exfuncionarios.
La fiscal general, Claudia Paz y Paz, dijo a los periodistas que “de inmediato” ordenará apelar la resolución del tribunal, ya que a su criterio los jueces interpretaron erróneamente las pruebas presentadas.
Aunque el tribunal ordenó la libertad inmediata de Portillo y de sus exministros, el exgobernante deberá presentarse todas las semanas al juzgado a firmar un libro donde conste que no ha abandonado el país.
Sus abogados deberán enfilar, ahora, sus estrategias hacia la decisión asumida meses atrás por la justicia guatemalteca de autorizar la extradición de Portillo a los Estados Unidos, en donde es reclamado por la fiscalía de Nueva York acusado de lavado de dinero.