Ana Carolina Téllez acaba de pasar una semana fatal junto a su pequeño David, de 2 años, quien estuvo internado durante siete días en el hospital La Mascota a causa de un dengue clásico que, según la joven, estuvo a punto de convertirse en hemorrágico.
Según la pobladora de la zona 10 en el municipio de Ciudad Sandino, aunque ya su hijo menor está fuera de peligro, le preocupa la salud de sus otros tres hijos de 4, 7 y 8 años.
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El problema es que la vivienda de la joven está situada a orillas de un cauce, cuyas aguas residuales que provienen de diferentes zonas de Ciudad Sandino están estancadas desde hace unas semanas atrás en medio de desechos, que va desde árboles hasta animales muertos.
“Ya no aguantamos toda esta cochinada que está en nuestras narices. Todo empezó porque el año pasado la Alcaldía hizo un relleno de tierra en el cauce como para que la gente pasara pero no dejaron tubos grandes para que circulara el agua y ahora no pasan las aguas sucias”, dijo.
Bertha Navarrete Castro, habitante del barrio aledaño Bello Amanecer, comentó que el hedor proveniente del cauce y “las nubes de zancudos” persisten a toda hora, lo cual afecta la salud de los pobladores aledaños.
“Aquí hay más de 50 familias en los alrededores y todos nos hemos quejado pero la Alcaldía parece que tiene el mal de Shakira, porque no nos ven, no nos escuchan y no nos dicen nada”, señaló.
La preocupación de Félix Rodríguez Pilarte va más allá. A este poblador le angustia la entrada del invierno, pues recuerda que el año pasado las fuertes corrientes del cauce arrastraron a una persona mientras esta trataba de hacer una especie de dique para impedir que las aguas entraran a su vivienda por el rebasamiento del cauce.
“Ahora vemos que el asunto está peor porque el cauce está como dividido. Esa tierra que echó la Alcaldía más bien ha impedido que pase el agua”, señaló.
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