San Salvador/ACAN-EFE
La Universidad Centroamericana (UCA) consideró hoy “importante” la decisión de la Audiencia Nacional de España de procesar a 20 militares salvadoreños por el asesinato, en 1989, de seis jesuitas y dos empleadas, y pidió que se investigue local e internacionalmente a los autores intelectuales.
“El sistema salvadoreño, al igual que lo está haciendo ahora la Audiencia Nacional (de España), puede investigar qué es exactamente lo que ocurrió en aquellos días y porqué fueron asesinados y quién, de dónde surgió la orden de asesinar a los jesuitas y sus colaboradoras”, afirmó el rector de la UCA, el jesuita Andreu Oliva.
El religioso celebró la decisión de la justicia española, pero insistió en que estos hechos deben investigarse en el país.
“Sabemos que hubieron unos autores intelectuales y unos autores materiales y los que fueron juzgados en El Salvador fueron los autores materiales, pero los autores intelectuales nunca fueron juzgados, ni siquiera se nos ha revelado cuál fue la verdad y quiénes son los que tiene responsabilidad”, sostuvo.
“Nuestra petición constante ha sido que en El Salvador se investigara y se abriera un juicio contra las autores intelectuales de la masacre y hasta la fecha no hemos tenido ningún éxito”, lamentó Oliva, quien indicó que raíz de esa situación recurrieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Aseguró que están en conversaciones con el Gobierno salvadoreño para cumplir con las recomendaciones de la CIDH, pero admitió que han avanzado “muy poco” al no haberse iniciado un proceso de investigación sobre la autoría intelectual de este múltiple asesinato.
Los hechos que han dado origen al procesamiento ocurrieron el 16 de noviembre de 1989, cuando fuerzas del Ejército salvadoreño asesinaron al rector de la Universidad Centroamericana (UCA), el español Ignacio Ellacuría, los sacerdotes de la misma nacionalidad Amando López, Juan Ramón Moreno, Segundo Montes e Ignacio Martín Baró, así como al salvadoreño Joaquín López y López.
Junto a los jesuitas fueron asesinadas la cocinera Elba Julia Ramos y su hija Celina, de 16 años.
El juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco enmarcó los hechos en la “polarización” que existía en esa época en El Salvador entre la extrema derecha y la guerrilla salvadoreña, el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Indicó, igualmente, que los jesuitas “habían asumido el liderazgo de presionar para que las negociaciones se llevasen a cabo” con miras a poner fin al conflicto armado en este país, que se libró entre 1980 y 1992.