Corrupción
“La corrupción es causa directa de la pobreza de los pueblos y suele ser la razón principal de sus desgracias sociales”.
Jorge González Moore (1974-?); escritor y poeta colombiano
Contraloría inservible
Da coraje observar como los contralores de facto no cumplen con su papel de fiscalizadores de los recursos del pueblo. Es inaudito que al ser llamados a la Asamblea Nacional a explicar por qué no investigaron las denuncias de corrupción en el bendito Consejo Supremo Electoral (CSE), se ampararon en el boicot de ciertos no menos ineficientes diputados para salir en carrera sin dar explicaciones al respecto.
Esta manera cobarde de demostrar su docilidad ante el emperador que los mantiene en sus puestos, nos deja a los nicaragüenses manos arriba ante las arbitrariedades de otros funcionarios, que amparados en la protección de su patrón, hacen y deshacen con los recursos que tanto esfuerzo y sacrificio nos cuesta a los nicaragüenses honestos pagar, para afrontar los gastos del Estado, incluyendo sus desorbitados salarios.
Por otra parte, estos diputados serviles que apoyan la corrupción, porque son parte de ella, no pueden argumentar que los contralores no pueden investigar este caso porque lo único que hay son reportes periodísticos que denuncian estos actos, reportes que ellos consideran ataques al “honorable” CSE. Esta posición me da a entender que ellos en sus casas y fincas no toman acciones preventivas contra los cacos que les roban si no es que les alertan sus trabajadores, obviando los avisos de alerta de sus vecinos.
Podemos estar seguros también que al igual que este caso de corrupción en el CSE no ha sido ni será investigado por la Contraloría, tampoco lo serán los casos de la DGI, la DGA, la Empresa Internacional de Aeropuertos y mucho menos el de la Alcaldía de Managua, porque presumo que ellos ya sabían de antemano que se iban a dar y ya les habían pasado las orientaciones de las acciones a seguir si alguien los descubría, más cuando hay parientes de los mismos contralores, que se presume están involucrados en estos casos.
No sería remoto que uno de estos días aparecieran los “honorables” magistrados del CSE llamando a los tribunales sandinistas de justicia al periodista del diario que destapó este vergonzoso caso de corrupción, y los dos ejemplares diputados que boicotearon la comparecencia de los contralores pidan el desafuero de la doctora Miriam Argüello por atreverse a increparles su incapacidad y llamarlos contralores de facto, hiriendo el orgullo de estos ejemplares funcionarios.
Parece mentira que el trabajo eficiente que hacía una sola persona en tiempos pasados, no pueda, o no quiera, ser efectuado por cinco funcionarios que se dicen de los más preparados para estar en tan alto cargo.
Mientras no despertemos ese será nuestro destino, estar a merced de una banda de corruptos que roban a plena luz del día y con el aval de quienes deberían ponerles un freno a sus fechorías. Por el momento veámoslos como disfrutan volando en sus aviones privados, viviendo en sus mansiones con piscina, comprando propiedades en otros países y amasando grandes fortunas en negocios cuyo capital son fondos destinados por la cooperación internacional para proyectos que vayan en beneficio de todos nosotros.
Francisco Javier Gutiérrez Lagos
Sagrado derecho del voto
El voto o sufragio es el medio por el cual el pueblo manifiesta su voluntad, designando a las autoridades que habrán de gobernar el país durante un período determinado por la ley (en Nicaragua, durante cinco años). Según el escritor argentino Federico Maglio: “Votar es la facultad que tienen los ciudadanos para elegir a sus verdugos”. Y es que la política mundial parece estar estigmatizada, exceptuando a unos cuantos países. Es un horroroso aparato burocrático que se aferra al poder a costa de lo que sea, sin importarle a quién tenga que eliminar para lograr sus propósitos y peor aún, si se trata de Nicaragua. Debe ser lindo poder ir a depositar su voto con la seguridad de que ese sagrado derecho que también se traduce en deber, será respetado por los demás y especialmente por las autoridades del Consejo Supremo Electoral, pero por desgracia sabemos que no será así mientras los sandinistas estén en el poder.
Ahora bien, el voto es una obligación, porque se trata de una función pública y es también un deber moral y un derecho que todos debemos ejercer, aún cuando el fallo ya fue dado para nosotros pues el sandinismo ya tiene todo listo para el nuevo fraude, desde cedular a menores de edad, comprar voluntades con dinero y repartiendo vaquitas, chanchitas, gallinas y todo aquello que le llame la atención a tanta gente necesitada, que es lo que más abunda en nuestro pueblo.
Teniendo el clarísimo ejemplo de la Unión Nacional Opositora (UNO) en 1990, sabemos que con la división que han hecho los mercaderes políticos de la oposición, no podrán ganarle a Daniel Ortega y a uno se le esfuman los deseos de votar pero hay que hacerlo, aunque sea solo y simplemente para poder decir con todo honor: “Yo no voté por Ortega” y poder vivir con la frente en alto y la conciencia tranquila.
Ramón Pineda
Gestión del Riesgo
La Gestión Local del Riesgo es un proceso mediante el cual las autoridades del gobierno municipal asumen como una línea o eje transversal en la planificación del territorio y la organización misma de la ciudadanía. En cuyo propósito también sugiere la reducción de forma significativa de las vulnerabilidades, minimizando así el impacto de las amenazas de origen natural y las causadas por intervención directa del hombre.
Sin embargo, la débil recaudación, ausencia de políticas públicas en materia tributaria municipal y la polarización política hacen de esto más difícil, dada la insuficiencia de recursos económicos, que les permita a las autoridades municipales realizar inversiones alrededor de la Gestión del Riesgo; la que se sustenta en la Ley 337 (Ley Creadora del Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres) misma que fue aprobada en el contexto del huracán Mitch. Debemos de reconocer en este sentido, que la ocurrencia de un desastre en algún territorio no tiene color político, afectando a rojos, verdes, blancos o negros, y llevando a su paso vidas inocentes.
Entonces ¿por qué no armonizar el territorio? Permitiendo, la despolarización de los espacios donde la ciudadanía pueda convergir de forma pluralista, democrática y amplio raciocinio ideológico. Urge que las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en la temática de la gestión de recursos financieros, para el fortalecimiento de los territorios y la ciudadanía, traten de formular proyectos con componentes acerca de la Gestión Local del Riesgo. Donde quepan resultados e indicadores (cualitativos y cuantitativos) de Gestión del Riesgo con enfoque de género, como condición sine qua non y sobre todo, considerar resultados que logren la transformación de las y los sujetos, teniendo estos una nueva perspectiva en el cuido y preservación del medioambiente.
Sin embargo, es obvio que se tienen que considerar los objetivos estratégicos de la declaración, de la Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres, realizada del 18 al 22 de enero de 2005 en Kobe, Hyogo, Japón. Que les sirva de referencia, en la dinámica de la formulación y evaluación de proyectos, desarrollados por las organizaciones de la sociedad civil con incidencia nacional, municipal y comunitaria, en dicha temática.
Finalmente, la tarea no es solamente responsabilidad de la sociedad civil y el gobierno municipal, es también una responsabilidad del Gobierno Central hacia la búsqueda de mantener el equilibrio ambiental. Dejando por un lado las ofertas de campaña de índole populistas, y poniendo la debida atención, con el propósito de no incrementar las vulnerabilidades físicas, económicas, culturales, educativas, etc. de la población que vive en condiciones de extrema pobreza y sus respectivos territorios.
Salomón Samuel Mendoza Suárez
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