Por Nana de Juan/EFE
Fotos cedidas por Zenith Editorial
Si usted se ha preguntado alguna vez si podría llegar a ser la persona que soñó en su vida y está dispuesto a cambiar aquello que no le ha funcionado desarrollando su potencial oculto o sus facultades infrautilizadas, el escritor y psicólogo Francisco Gavilán le da unas pautas sencillas para conseguirlo.
La idea que propugna Gavilán es “fomentar las áreas más importantes de la personalidad y encontrar la verdadera voz, eliminando las falsas creencias, los temores y las limitaciones que te han impedido escucharla”, como asegura en su ensayo Ya no hay patitos feos (Zenith Editorial).
También es partidario de que cada uno reinvente “sus propias leyes para abordar los cambios que quiera hacer en su vida y despertar su creatividad, su intuición, su carisma, y controlar la adversidad y los pensamientos negativos que le agobien”. En definitiva, desarrollar la auténtica personalidad sin ser una copia de nadie.
::: ¿Cómo nos puede ayudar a desarrollar nuestra propia personalidad?
Porque los humanos somos seres muy imperfectos y, aunque todos ambicionemos metas y queramos llegar a ser lo mejor de nosotros mismos, nos falta el coraje necesario para afianzar los logros. Este libro te ayuda a paliar las carencias que todos tenemos y superarlas, así como a reforzar tus cualidades innatas.
::: Los jóvenes, con un amplio potencial y un futuro por delante temen decantarse, porque tienen demasiadas opciones en sus manos y elegir es renunciar
Sí, sí claro, porque cuando eliges rechazas otras muchas alternativas, y muchas personas aún no saben cuál es su verdadero potencial. Yo muestro caminos para ser creativo y para afrontar la adversidad, ya que todo depende de la actitud con la que la hagamos frente. Hay personas que se hunden en una depresión y otras la aceptan como un reto
::: ¿Y de qué depende optar por una solución u otra?
Depende de nuestro diálogo interior y ese es el que yo pretendo cambiar: tú tienes que tener confianza en ti, pensar qué aspectos valiosos te aporta la adversidad y reconsiderar las alternativas que se te abren con este suceso aparentemente negativo.
::: Usted marca en su libro unas pautas para caer bien a los demás, ¿no es un poco cínico actuar conforme a unas reglas establecidas?
Yo creo que no. Mire, la escritora Carmen Posadas, muy amiga mía, siempre me dice que sin la hipocresía social, la vida sería imposible. Para la buena comunicación, basta con ser educados y yo aconsejo unas normas de simpatía y de educación, unos aspectos que ayudan a que la convivencia sea armónica. Está demostrado que si tú sonríes a una persona, esa persona te sonreirá a ti.
::: También aconseja memorizar el nombre de la persona que te presenten y llamarla por su nombre muy a menudo
Es bueno que recuerdes el nombre de la persona, pero con autenticidad, no como si fueras un papagayo.
::: Y dejarse llevar por la intuición, ¿no nos puede fallar a veces?
Nunca falla tu intuición, fallas tú al interpretarla. El inconsciente te manda mensajes y tú los has de saber valorar. Una intuición viene rodeada de un estado de flash, de emoción interna, como si salieras de ti mismo y eso se percibe.
::: ¿Y cuáles son las claves para caer bien a los demás?
Saluda efusivamente como si esa persona fuera alguien muy especial para ti, préstale atención como si sus palabras fueran las más importantes del mundo, no la interrumpas cuando está disertando y elogia su esfuerzo en alguna materia.
::: ¿Algunos consejos más?
Sí, descubre y verbaliza algo que admirar de ella, ya sea psicológico o de su atuendo. Si es la primera vez que lo ves, sé auténtico, agradece cualquier cosa que hagan por ti mencionando la razón y sonríe siempre, en cualquier circunstancia.
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