La ropa se está secando. En estos días no ha habido necesidad de llevar chaqueta, las calles están menos lodosas, los paraguas se encuentran cerrados todo el tiempo. La canícula por fin se está notando.
[/doap_box]
Desde el pasado lunes 1 de agosto, las lluvias disminuyeron de forma drástica, confirmó el Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter).
La reducción fue tan abrupta, que no dio tiempo de digerir lo que está pasando: la canícula inició con 15 días de retraso.
La canícula es un período que va del 15 de julio al 15 de agosto, en el que las lluvias se reducen de forma significativa. Esto no se observó en la última quincena de julio, pero es lo que se ve en lo que va de agosto.
Cuando llegó la fecha de la canícula el mes pasado, las precipitaciones se mantuvieron como si nada pasara. Incluso hubo días en que llovió más de lo normal.
Tras analizar la presente temporada húmeda del año, el Ineter llegó a la conclusión de que la canícula sería húmeda, es decir, que si bien habría reducción de precipitaciones, ésta no sería tan acentuada.
CAE FUEGO
Esto cambió a partir del lunes. Las lluvias se han presentado sobre todo en Occidente y Centro de Nicaragua. En lugares como Managua apenas ha caído agua.
La ausencia de precipitaciones se debe en parte a que el ciclón Emily, ubicado sobre las Antillas Mayores, ha absorbido cualquier sistema lluvioso que haya intentado aproximarse a Nicaragua, pero también al fuerte calor que se siente en el territorio nacional.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 A
