CORRESPONSAL/ MATAGALPA
Agentes policiales del municipio de Paiwas, en la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), detuvieron a José Francisco Barberena Artola, de 50 años, sospechoso de abusar sexualmente a dos niñas de 12 y 15 años de edad, con quienes el hombre dijo tener vida marital.
La mayor de las niñas es originaria de Santa Rosa de Paraska, entre los municipios de Mulukukú y Siuna, en la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN), donde vivía con una abuela.
Mientras que la otra menor de edad vivía con su madre en el municipio matagalpino de Matiguás.
ADMITE HECHO
Barberena, alias “El Veloz”, admitió en entrevista con LA PRENSA que tenía “más de un año” conviviendo con la quinceañera y un mes y medio con la niña de 12 años de edad.
“Las dos quisieron andar así juntos, pero estaba trabajando en Bocana de Paiwas y una señora me denunció de este caso y por eso me capturaron”, dijo Barberena, añadiendo: “Son mis compañeras, ellas se quisieron ir conmigo, me quisieron ¿qué voy a hacer yo? ( ) las dos son mujeres mías”, relató el detenido sin inmutarse.
Agentes de la unidad departamental de la Comisaría de la Mujer y la Niñez en Matagalpa aún están indagando el caso para esclarecer las circunstancias en las cuales Barberena se quedó con las niñas.
DENUNCIA MALTRATO
El hombre relató que estuvo un tiempo aserrando madera en Santa Rosa de Paraska y supo que la abuela de la quinceañera presuntamente la obligaba a trabajar y “era un grave martirio”.
“Una chavala que se levantaba desde las tres de la madrugada a cocinar, después de eso la tiran a las cinco de la mañana a ordeñar 50 vacas en un lodazal, ella puro lodo y sin desayunar y después le tocaba ir a jalar dos pichingas de agua de 40 litros (cada una) para que se bañara la abuela y después debajo de lluvia de nuevo al campo a trabajar”, señaló Barberena como presunta rutina de la niña.
Agregó que “le dije que si ella miraba conveniente y yo le podía servir, me la llevo para darle un tratamiento diferente, ella convino y se vino conmigo”.
Mientras que en el caso de la niña de 12 años, el hombre dijo a LA PRENSA que “la mamá de la más pequeña sabe, sí hombre, ella estaba de acuerdo y consciente de que la niña fuera mi compañera”.
Barberena agregó: “Trabajo en la medicina botánica y ellas (las niñas) me ayudaban a cocinar raíces”.
Integrantes de la Casa de la Mujer en Paiwas denunciaron el caso y trasladaron a las niñas a la ciudad de Matagalpa, donde permanecían en un hogar sustituto, mientras el hombre estaba detenido y la Policía ampliaba las indagaciones.
Una vez que la Policía Nacional de Matagalpa concluya las pesquisas pasará el expediente ante el Ministerio Público y, si el mismo reúne los requisitos, será presentado ante el juez.
El sospechoso, de ser acusado ante los tribunales judicial, enfrentaría el delito de violación a menores de 14 años, cuyas penas son 15 años de cárcel la máxima y 12 años la mínima.
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