AP
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC por sus siglas en inglés) identificó a cuatro funcionarios venezolanos que presuntamente colaboraron con la guerrilla colombiana —Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)— en el tráfico de drogas y armas.
Ayer Estados Unidos designó como narcotraficantes a cuatro funcionarios del gobierno de Venezuela. Los presuntos colaboradores de las FARC fueron identificados como: Amílcar Figueroa, representante de Venezuela en el Parlamento Latinoamericano; el general del ejército, Antonio Alcalá Cordones; el congresista Freddy Bernal y el funcionario de inteligencia Ramón Madriz.
El documento emitido por el gobierno estadounidense señaló a Figueroa como un “proveedor principal de armas y un contacto principal para los líderes de las FARC afincados en Venezuela”. Asimismo acusó a Alcalá de “usar su posición para establecer una ruta de armas por drogas”.
A Bernal, quien además fungió como alcalde de la capital venezolana, lo señaló por “haber facilitado ventas de armas” entre el gobierno venezolano y las FARC; mientras que Madriz “ha coordinado seguridad” para la organización colombiana a la que Washington considera terrorista.
La designación además está acompañada del congelamiento de bienes que estas personas puedan poseer en Estados Unidos, y prohíbe a entes estadounidenses realizar transacciones con los designados o sus bienes, tal como lo establece la ley de designación de cabecillas del narcotráfico extranjero, de diciembre de 1999, que declara quiénes o qué tipo de organizaciones son narcotraficantes en el extranjero y las medidas financieras que se aplicarían en su contra.
Las autoridades venezolanas no se han pronunciado al respecto.
Adam Szubin, director de OFAC.
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