Carla Torres Solórzano /Vida
Desde tiempos antiguos las mujeres han visto la necesidad de resaltar su belleza con un poco de ayuda cosmética. Sin sospechar que muchas veces están poniendo en riesgo su salud, al aplicarse además de color y humectación pequeñas dosis de un veneno, llamado plomo.
Cabe señalar que la prohibición de incorporarlo en productos que tienen contacto directo con el organismo humano es de vieja data. Sin embargo, la industrias cosméticas continúa empleándolo en la producción de lápices labiales.
Según los expertos la razón por la cual este tipo de sustancia está contenida en productos de belleza, como lo es el caso de los labiales, es porque funciona como estabilizador al hacer que las moléculas se vuelvan más rígidas, generando un aumento en la duración del producto en la piel.
Para Luz Cantillo Olivares, dermatóloga, el plomo puede causar daño mental, incluyendo dificultades de aprendizaje, agresividad y problemas del lenguaje.
“Es particularmente peligroso para los organismos en desarrollo y puede atravesar la placenta, colocando a los niños y a las embarazadas en riesgo elevado. A largo plazo, el plomo puede causar esterilidad, abortos espontáneos y algunas manchas grisáceas en la piel”, dijo.
De igual forma, explicó, el ingreso de esta sustancia nociva a nuestro cuerpo se ve facilitado porque la semimucosa que compone los labios tiene una absorción mayor que la piel común del resto del cuerpo. El principal problema que tiene el plomo es que no se metaboliza en el organismo, es decir no se absorbe, con lo cual permanece en el cuerpo por mucho tiempo.
“Lo que podemos observar es que la pinturas, sobre todo las que duran más, provocan eccema de labios irritativo, pero si una paciente tiene ya una predisposición alérgica el cuadro es aun más severo”, expresó.
Según Cantillo es aconsejable en estos casos suspender el uso del producto, ya que el cuerpo tiene la capacidad de eliminarlos en forma gradual y progresiva, a no ser que se trate de daños más severos.
MUCHO OJO
La dermatóloga brindó algunos consejos que se pueden tomar en cuenta al comprar sus cosméticos y valorar la calidad de un producto.
“Primeramente, evite artículos con una lista interminable de ingredientes, además no es confiable si en un producto solo aparecen aditivos naturales, como por ejemplo una crema blanca opaca, con determinada fragancia y textura y en cuya etiqueta figuren como ingredientes únicamente minerales y sales del mar muerto, solo puede ser un engaño: ¿de dónde le viene el olor?”, destacó.
De igual forma recomendó evitar productos que prometen “maravillas naturales”, pero que en la lista de ingredientes apenas tienen nombres de plantas y excipientes.
También evitar marcas en las que el sistema de distribución está inflado: las grandes empresas funcionan a base de dar lucrativos beneficios a representantes, distribuidores, subdistribuidores y revendedores; invierten en comisiones en vez de invertir en la calidad de un producto.
Finalmente, una marca que aparece constantemente en los anuncios pagados de los medios de comunicación también delata que su prioridad no es la inversión a largo plazo en calidad, sino la captación de clientes nuevos.
Ver en la versión impresa las páginas: 4 B