Los Ángeles EFE
La hipótesis acerca de una supuesta combinación de calmantes y alcohol cobra fuerza para explicar la súbita muerte la noche del sábado de la cantante Whitney Houston, cuya única hija tuvo que ser internada en el hospital por una crisis de ansiedad y estrés.
Días después del fallecimiento de la diva, apenas una decena de ramos de flores, velas y cartas adornaban la esquina de Wilshire y Santa Mónica Boulevard, justo donde se levanta el Beverly Hilton, el hotel de Beverly Hills (Los Ángeles), donde se encontró el cuerpo.
La autopsia del cuerpo de Houston se llevó a cabo ayer, aunque los resultados, pendientes de un análisis toxicológico, no se conocerán hasta dentro de unas ocho semanas, según el forense.
La cantante residía desde hacía varios días en una habitación del cuarto piso del Beverly Hilton Hotel, donde el sábado en la noche debía participar en una velada al margen de la ceremonia de los Grammy Awards, los Óscar de la música en Estados Unidos, que tuvo lugar anoche.
Durante la 54 edición de los premios de la industria musical, Jennifer Hudson realizó un homenaje a Houston, interpretando uno de los principales éxitos de la intérprete, I Will Always Love You.