Gloria Picón y Ramón Potosme
La Unión Ciudadana por la Democracia (UCD), que aglutina a 17 organizaciones de la sociedad civil y es parte de la Alianza PLI, señaló que lo primordial para ir a un diálogo nacional es la unificación de las fuerzas democráticas y de los diversos sectores, ya que de lo contrario no hay la más mínima posibilidad de que dicho diálogo tenga éxito.
Carlos Jarquín, vocero de la MCD, señaló que si el diputado Eduardo Montealegre se reúne con Ortega en secreto, sería un nuevo pacto. Por ello, considera que debe evitar poner personas allegadas a él, y escuchar el llamado de las organizaciones civiles y la Conferencia Episcopal.
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Julio Icaza Gallard, vocero de la UCD, dio a conocer un pronunciamiento en el que señalan que el diálogo es un elemento esencial de la democracia, sin embargo recalcan que dicho diálogo no debe ni puede significar reconocimiento de una legitimidad que solo la da el respeto a la Constitución Política y el voto soberano del pueblo, sino que debe servir para buscar acuerdos y procedimientos que de manera cívica y racional devuelvan la legalidad y legitimidad necesarias para una gobernabilidad democrática.
Icaza explicó que es necesario tener una agenda, la cual debe contener los problemas que diversos sectores han venido señalando y que en las elecciones del año pasado se agudizaron. Aclaran que un agenda no debe ser vista como precondición sino como garantía de claridad y transparencia en cuanto a lo que se desea y espera de un diálogo.
“Es un punto de partida que fija los objetivos y alcances del mismo a los que deberán subordinarse las metodologías y procedimientos, así como un cronograma”.
INCORPORAR RECOMENDACIONES DE OEA Y UE
“Debe ser una agenda que se concentre en el rescate de las instituciones democráticas y como prioridad crear las condiciones que devuelvan la credibilidad del sistema electoral y recuperen la confianza de la ciudadanía en las elecciones”, dice el pronunciamiento.
Para la UCD, la prioridad deben ser las urgentes reformas al sistema electoral. “Las recomendaciones hechas por las misiones de observación electoral de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, en sus respectivos informes finales, deben aceptarse sin discusión y constituir la base mínima y punto de partida en la negociación”, manifiestan.
Señalan que la agenda y estrategias deben contar con el más amplio apoyo de las fuerzas políticas democráticas del país y en particular de las fuerzas que se presentaron unidas en las últimas elecciones, como la Alianza PLI, así como los otros sectores, gremios económicos, organismos civiles, iglesias y personalidades.
Icaza Gallar señaló que las iniciativas que no estén de acuerdo con los procedimientos y principios que plantea la UCD difícilmente van a lograr los objetivos que se plantean y corren el riesgo de que produzcan efectos adversos.