Lucía Navas
Si uno de los países europeos reduce sus compras al resto del mundo, otra de las naciones del bloque las está incrementando. Este es el pensamiento al que se aferran empresarios nicaragüenses para mantener la visión de que será exitosa la nueva relación comercial que empezará con el mercado del viejo continente.
El Centro de Convenciones Plaza Juan Carlos, en Tegucigalpa, Honduras, quedará marcado en la historia por ser donde los presidentes de Centroamérica y Panamá harán la firma oficial del Acuerdo de Asociación (AdA) con la Unión Europea (UE).
El momento se esperó por cuatro años, pues las negociaciones empezaron en 2007 y finalizaron en mayo de 2010.
La rúbrica en representación de las 27 naciones que integran la UE la harán el comisario de Comercio, Karel De Gucht y Christian Leffter, director ejecutivo para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior de la UE.
Pero la firma del AdA solo es el final de la parte protocolaria. Para que entre en plena vigencia el acuerdo completo pasarán algunos años más. Lo que tardará menos es el pilar comercial, que urge al sector privado de Centroamérica.
Klara Kansja, consejera de asuntos políticos y comerciales de la Embajada de la UE en CA, da como inicio de la vigencia del pilar comercial principios de 2013. Todo dependerá de qué tan rápido el Parlamento Europeo lo ratifique y a su vez lo hagan los congresos de cada país de Centroamérica. Según se ha anunciado, el Parlamento Europeo prevé pronunciarse sobre el mismo en septiembre próximo.
4,201 millones de dólares sumaron las exportaciones de Centroamérica al mercado europeo.
1,142 millones de dólares fue la venta de mercancías de Nicaragua a la UE.
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“Esperamos que será casi al mismo tiempo (la ratificación), que no habrá necesidad de entrar en vigor parcial entre un país y otro, pero sí está previsto que si por alguna razón tarda en un país, no atrasará la entrada en vigor del resto que sí lo ratifique”, aclara sobre este particular Kansja.
LA CRISIS ES UN RETO
¿Es atractivo el AdA en momentos en que la economía europea está en crisis? Enrique Zamora, presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Nicaragua (APEN), dice que sí.
Zamora admite que el Acuerdo de Asociación en el actual contexto de la crisis europea supone un reto tanto para los grandes empresarios como para las pequeñas y medianas empresas. Refiere que se exige concretar la industrialización de la parte agropecuaria y a la vez diversificar la oferta exportable y elevar la productividad para tener más volumen que vender y nuevos rubros que ofrecer.
Kansja, de la UE, igual defiende la conveniencia. Acepta que obviamente en un país, por ejemplo Grecia, pueden verse reducidos los precios de los productos que compra, pero en cambio Polonia puede pagar mejor. “Hay que explorar los nuevos mercados, por ejemplo, los países de Europa del Este están muy bien, creciendo arriba del cuatro por ciento”, afirma.
Mario Amador, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), mantiene grandes expectativas porque la región europea mantiene alta capacidad de compra y demanda de alimentos. “Vos podés dejar de gastar en ropa pero no dejar de comer”, dice Amador, quien valora que el AdA, si se sabe aprovechar, empujará las exportaciones nicas con fuerza.
“Se nos da la posibilidad de entrar a un mercado de alto precio y demanda. El azúcar vale 60 dólares el quintal ahí mientras en Nicaragua se paga a 30 dólares. Igual pagan muy bien la carne”, dice Amador.
Orlando Solórzano, titular del Ministerio de Industria, Fomento y Comercio (Mific), valora que como país “se está listo” para negociar con la UE con el nuevo escenario. Acepta sin embargo que este contexto exige preparar técnicamente a los empresarios, especialmente a las pymes sobre las exigencias de ese mercado.
“Tenemos la gran ventaja que esta crisis es financiera y nuestra capacidad es agroindustrial. Lo que necesitamos producir son alimentos de más calidad. Ya estamos exportando a ese mercado y ya tenemos más de 37 plantas certificadas pero necesitamos certificar más”, detalla Solórzano, quien considera importante avanzar rápido en la industrialización de los productos del campo “para venderlos con valor agregado y para eso hay que fortalecer las cadenas en todas las ramas”.
FACILIDADES Y PENDIENTES
El AdA crea distintos mecanismos para facilitar el intercambio de mercancías y superar las dificultades técnicas y sanitarias que pueda encontrar un exportador en ambos lados del Océano Atlántico.
Kansja informa que se diseña una lista de empresas (que irán actualizando), autorizadas por cumplir todos los requerimientos “para saber con antemano quiénes pueden exportar a la Unión Europea”. “No se introducen medidas sanitarias distintas a las que ya se exigen a todos los mercados con quienes comercializamos”, asegura.
URGE LA UNIÓN ADUANERA
Pero el AdA se distingue porque la UE va a comercializar de bloque a bloque con Centroamérica, lo cual exige integración regional de los países. Una forma de acelerar a los gobiernos a concretar esa integración es la Declaración Aduanera Única, la cual debe darse en dos años, una vez en vigor el acuerdo.
Esto hará que un productor europeo haga el trámite aduanero una sola vez parar ingresar al mercado centroamericano. “La idea es crear una plataforma logística en Centroamérica para que sea un mercado armonizado, seguro y con reglas claras para que una empresa pueda establecerse por ejemplo en Nicaragua, pero tener sus negocios en toda la región y luego exportar a terceros países”, refiere Kansja.
Se tendrá cinco años para completar el mecanismo de reembolso de aranceles. “Ahora mismo para que ingrese un producto (europeo) hay que pagar aranceles en cada frontera. Entonces la idea es que se pague una vez a un país centroamericano y luego circule por toda la región”, apunta.
También cada país del istmo debe aprobar una legislación común de regulación a las indicaciones geográficas para los productos protegidos para ambas partes.
“Con esa restricción nosotros no podemos hacer queso cheddar o champaña(…) y ellos no podrán producir queso chontaleño o jaleas Callejas, por ejemplo”, explica Mario Amador, de Cadin.
millones de dólares fue el comercio bilateral entre la Unión Europea y Centroamérica en 2011.
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