Gloria Picón y Humberto Galo
“Adoquín que levanten, adoquín que vamos a colocar”, dijo Rodolfo Villachica, director de Infraestructura de la Alcaldía de Managua, quien junto a más de cien hombres, cinco camiones y dos montacargas pequeñas, llegó a desmontar la barricada que en horas de la madrugada de ayer habían hecho los jóvenes que se encuentran en protesta permanente frente a las oficinas del Consejo Supremo Electoral (CSE) exigiendo la expulsión de los magistrados de facto.
Villachica primero dijo que estaban atendiendo el llamado de la población que se había sentido afectada por la barricada que estaba ubicada en el costado norte del CSE y luego dijo que estaban haciendo mantenimiento vial.
Los jóvenes levantaron la barrida después de que un par de hombres en motocicletas sin placas en horas de la madrugada pasaran amenanzándolos con armas de fuego. Jairo Contreras, uno de los dirigentes del campamento de la dignidad, dijo que la advertencia es que deben salir de la plaza Benito Juárez antes del 19 de julio.
Ayer se filtró que grupos simpatizantes del FSLN llegarían a desalojar a los jóvenes.
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Los jóvenes han llevado al menos tres cartas a la Policía Nacional para que les brinden protección debido al reiterado hostigamiento, pero no han tenido respuesta y algunos oficiales hasta les han dicho que no responden si algo les ocurre, porque ellos solo están resguardando el edificio del CSE.
Contreras señaló que en vista de que no tienen protección habían levantado la barricada para autoprotegerse y habían quemado llantas. Sin embargo, al mediodía de ayer, mientras la primera dama Rosario Murillo hablaba de celebrar el “día de la alegría” en paz, los trabajadores de la Alcaldía, que superaban diez a uno a los jóvenes, pusieron en su lugar los adoquines y además lanzaron arena sobre la calle adoquinada, como “parte de un plan de mantenimiento”.
Mientras los trabajadores levantaban la barricada del costado norte del CSE, los jóvenes intentaron levantar otra barricada en la vía principal, pero rápidamente fueron replegados por los mismos trabajadores que lanzaron una camionada de arena y empezaron a esparcirla en toda la vía.
Además llegó un camión con unos 30 jóvenes más, supuestamente trabajadores de la Alcaldía que llegaron a reforzar, pero estos no portaban ni el uniforme que visten los demás obreros, tampoco llevaron instrumentos de trabajo y lo único que hicieron fue plantarse bajo un árbol de acacia en las cercanías de Plaza El Sol.
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