Arlen Cerda y Gloria Picón
El uso de un padrón electoral activo y otro pasivo, que se aprobó en la reforma electoral de mayo pasado y se hará efectivo en las elecciones del próximo 4 de noviembre, es una de las nuevas “estrategias” del Consejo Supremo Electoral (CSE) para “desanimar y hasta desactivar” el voto, en lugar de ser una oportunidad para depurar el padrón con transparencia, asegura Mauricio Díaz, del Partido Liberal Independiente (PLI).
En estas elecciones habrá un padrón “activo” pegado en las paredes de cada Centro de Votación (CV), como en otros comicios, pero un “coordinador” del centro tendrá otro padrón “pasivo”, con aquellos ciudadanos que por una u otra razón no han votado desde el 2006.
El problema es que si alguno de ellos ahora sí quisiera votar, y no sabe de la existencia de ese otro padrón, podría no ejercer su derecho al voto e incluso desaparecer del registro para futuras elecciones.
EL PRETEXTO ES DEPURAR
Cuando se aprobaron las reformas a la Ley Electoral quedó establecido que las personas que no se encuentren en el padrón no podrán votar el día de las elecciones. El objetivo es depurar el padrón, sobre lo que hace años han coincidido las autoridades electorales y los observadores nacionales e internacionales.
Díaz considera que “en esa depuración a quienes más afectan son a aquellos ciudadanos que no están encuadrados en las estructuras del partido de Gobierno o el nuevo encuadramiento que está organizando la gobierna (Rosario Murillo)”.
En el padrón “pasivo” estarán los ciudadanos fallecidos, los privados de libertad, residentes en el exterior y quienes no han votado en las últimas tres elecciones. Si un nica en el exterior o alguien que no ha votado desde el 2006 quiere reactivarse en el padrón debería ir a verificarse antes del 6 de agosto, de lo contrario tendrá dificultades para ejercer su derecho al voto.
IPADE: URGE INFORMACIÓN
El director ejecutivo del Instituto para la Democracia y el Desarrollo (Ipade), Mauricio Zúñiga, considera que urge una campaña del CSE y los partidos políticos para que la ciudadanía tenga claro el uso del padrón electoral.
Zúñiga asegura que con la aprobación de las reformas el Consejo tiene la prerrogativa de sacar del padrón electoral a todos aquellos ciudadanos que no han votado del 2006 a la fecha y pasarlos a la lista pasiva.
“En este caso, solamente el ciudadano con su presencia puede ir a sacarse de ese padrón pasivo e integrarse a ese padrón de nuevo. Mientras no lo haga va a continuar ahí”, advirtió.
Unos 3.2 millones de nicaragüenses están convocados a votar en las próximas elecciones. Según cifras oficiales, hay 771 mil ciudadanos en el padrón pasivo y durante la verificación del fin de semana reciente solo se “activaron” unos 17 mil.
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