Wendy Álvarez Hidalgo
Noruega ya se fue de Nicaragua, pero su cooperación se mantendrá, aunque será a un menor ritmo. Para este año, el Gobierno de ese país garantiza la entrega de unos 15 millones de euros (18.45 millones de dólares) para programas de ayuda a sectores empobrecidos y la defensa de los derechos humanos en zonas vulnerables como las Regiones Autónomas del Atlántico Norte y Sur.
Desde la Embajada de Noruega en Guatemala, sede regional, se coordinarán todos los proyectos de ayuda en el istmo. El encargado de negocios de la delegación diplomática en Centroamérica, Ole Overaas, asegura que este año el país recibirá alrededor de dos millones de euros menos, pero se garantizará la sostenibilidad de los proyectos que se están ejecutando.
Casi tres décadas de estrecha relación de amistad y cooperación llegaron a su fin en 2010, luego que el Gobierno de ese país anunciara el cierre definitivo de su sede diplomática en Managua como parte del rediseño de su política de cooperación internacional.
El retiro de Noruega, no obstante, se hizo público en momentos cuando otros países europeos también anunciaron su salida del país debido al retroceso en la gobernabilidad e institucionalidad en Nicaragua. Overaas insiste en que su país no se fue de Nicaragua por razones políticas sino porque quiere priorizar a África donde gran parte de esa población vive en pobreza. Aunque reconoce que más del cuarenta por ciento de los nicaragüenses están en condición de pobreza. “Estamos totalmente conscientes de esto y es por eso que vamos a mantener una buena parte de la cooperación”, sostiene.
Noruega formaba parte del extinto Grupo de Apoyo Presupuestario (GAP) que asistía con divisas líquidas al financiamiento del déficit del gasto público nicaragüenses. Esta cooperación no reembolsable también se acabó con la crisis política de los últimos cinco años.
Overaas, quien reconoce que este tipo de apoyo era una forma eficaz para asistir a Nicaragua en su lucha contra la pobreza, afirma tajantemente que ese instrumento “ya es una cosa del pasado”, algo que igual ha ocurrido en otros países. “Personalmente yo veía al Apoyo Presupuestario como una manera muy eficiente de dar apoyo a un país y de alguna manera ayudaba a tener un diálogo franco y abierto con el Gobierno”, añade.
Seguirá ayuda a ONG
Señala que Noruega continuará transfiriendo su cooperación a través de las organizaciones no gubernamentales. “La sociedad civil se ha fortalecido en Nicaragua”, afirma.
Sobre la amenaza que hizo el propio presidente inconstitucional Daniel Ortega el pasado 26 de junio de que bloquearía cualquier ayuda dirigida a organismos no gubernamentales, que según él conspiran en su contra, Overaas se muestra confiado en que esa advertencia no se materializará. “Yo creo que esta vez también se va a calmar, creo que todos están de acuerdo que la sociedad civil tiene un papel muy importante en ciertas áreas y en otras áreas creo que sí es competencia del Estado como Salud y Educación”, apunta.
El diplomático destaca el avance que hay en Nicaragua en materia de respeto a los derechos humanos y espera que esto continúe consolidándose. “Nosotros no nos metemos con ONG que trabajen en un nivel político, pero sí con aquellas que trabajan en los derechos humanos”, enfatiza.
Antes de regresar a Guatemala, Overaas dejó un mensaje: “La pobreza se debe seguir atacando en el país y creo que todos los sectores sociales deben trabajar conjuntamente, dejando al lado un poquitito las diferencias políticas para que traten de alcanzar la meta que todo nicaragüense quiere que es que no haya pobreza en el país. Los políticos tienen que intentar ponerse de acuerdo y dejar a veces la politiquería”.
US$$5.3 millones
de dólares ascendieron las donaciones al sector público por parte del Gobierno de Noruega a Nicaragua, según datos del Banco Central de Nicaragua.
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