14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

FOTO: LA PRENSA/ AGENCIA

Obsesión por la comida

Es increíble que una mala relación con los alimentos y la fijación enfermiza de una imagen corporal ocasionen al ser humano tantos tipos de trastornos alimenticios: anorexia, bulimia, vigorexia, fatorexia, ortorexia.

Auxiliadora Rosales

Es increíble que una mala relación con los alimentos y la fijación enfermiza de una imagen corporal ocasionen al ser humano tantos tipos de trastornos alimenticios: anorexia, bulimia, vigorexia, fatorexia, ortorexia.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) registra que los trastornos alimenticios son un problema de salud pública que se presentan con mayor frecuencia en mujeres adolescentes, pero tampoco descarta a los hombres. Se ha documentado que estos trastornos afectan a todos los grupos socioeconómicos y con prevalencia creciente en los últimos veinte años.

En su informe, la OPS indica que los adolescentes no buscan ayuda médica debido a los trastornos alimenticios, sino que son atendidos por anemia, adelgazamiento, depresión y amenorrea (ausencia de la menstruación por un período mayor a los noventa días).

Para la médico nutricionista María Luz André, de la Clínica Tulipanes Spa, estos problemas son potencialmente graves, ya que llegan hasta la muerte si no se diagnostican y tratan oportunamente.

“Debido a la insatisfacción con sus propios cuerpos, muchos niños y adolescentes tratan de perder peso a toda costa, sin importarles si agreden su propio organismo”.

LOS TRANSTORNOS

Entre los más comunes se encuentra la anorexia nerviosa, caracterizada por un miedo y rechazo a mantener el peso normal en el mínimo de lo considerado según su talla y peso.

También se destacan las autolimitaciones dietéticas, la percepción distorsionada del cuerpo, intenso miedo a engordar que no disminuye a pesar de la delgadez, y a las diferentes alteraciones psicopatológicas, como consecuencia de la desnutrición.

La bulimia nerviosa es otro de los trastornos. Se caracteriza por compulsión a ingerir grandes cantidades de alimento en un corto período, acompañado de purgas y como una variante de la anorexia nerviosa.

La nutricionista comenta que el comportamiento bulímico conlleva a episodios de ingesta incontrolada de gran cantidad de alimentos y conductas compensatorias para eliminar la ansiedad y culpa posterior.

“Estos pacientes se suelen diferenciar de los anoréxicos porque no están delgados; generalmente tienen un peso normal o sobrepeso. La obesidad o sobrepeso previo al trastorno suele ser lo que lleva a la persona a iniciar una dieta, que normalmente no puede seguir, dando lugar a la ingestión compulsiva de alimentos”, explica André.

El paciente bulímico, por su parte, tiene una personalidad distinta a la que se ve con la anorexia. Generalmente son desinhibidos, inestables emocionalmente, impulsivos y con dificultades temperamentales desde la infancia.

Dentro del trastorno bulímico se diferencia el purgativo (vómitos y laxantes), y el no purgativo (ayuno y ejercicios intensos). Lo más frecuente es la inducción al vómito.

LA VIGOREXIA

El término de vigorexia es relativamente reciente. Fue acuñado por el psiquiatra Harrison G. Pope y lo utilizó para designar una muestra de sujetos que se caracterizan por tener una obsesión con la musculatura, cuya apariencia les impedía verse como eran realmente, sintiéndose débiles, enclenques y carentes de atractivo físico.

FATOREXIA

Se trata de un trastorno alimenticio de características inversas a la anorexia.

Las personas que la padecen tienen un gran exceso de peso y no logran advertirlo. Por el contrario, se ven delgadas y saludables, y no lo perciben como un problema para su salud, aun cuando su entorno se los manifieste.

ORTOREXIA

Se trata de una obsesión por comer únicamente alimentos que se consideran sanos, rechazando las grasas, carnes, alimentos con pesticidas, etc. El rechazo de estos alimentos les lleva a evitar comer en casas de familiares o amigos donde se los pueden ofrecer.

“La alimentación se convierte en una preocupación recurrente, pasando gran parte de su tiempo pensando en ello y sintiéndose culpables si se saltan la dieta”, explica André.

¿CÓMO CONTRARRESTARLOS?

Estos trastornos deben abordarse desde una óptica multidisciplinaria e involucrar a varios profesionales de la salud. En el área de la nutrición, el mayor objetivo debe ser alcanzar el peso adecuado a la edad y talla.

La especialista recuerda que en la adolescencia se dan cambios emocionales, sociales y fisiológicos. Sobre estos últimos, la alimentación cobra una especial importancia debido a que los requerimientos nutricionales son muy elevados y es necesario asegurar un adecuado aporte de energía y nutrientes para evitar situaciones carenciales que puedan ocasionar alteraciones y trastornos de la salud.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí