Gisella Canales Ewest
Las organizaciones de microfinanzas de Centroamérica están trabajando coordinadas en sus proyectos: unidas evalúan sus problemas, buscan soluciones e impulsan alternativas que les volverán a dar ese crecimiento vigoroso que mantenían hasta 2008.
Juan José Lagos entregó el mes pasado la presidencia de la Red Centroamericana y del Caribe de Microfinanzas (Redcamif). Él estuvo al frente de la organización regional durante lo duro de la crisis: la recesión mundial, combinada con la inestabilidad creada por los No Pago en Nicaragua, lo que alejó a las fuentes de financiamiento.
Pero este año es distinto. El sector impulsa a nivel regional una serie de proyectos que buscan dar respuesta a la demanda de los usuarios de microfinanzas. Esa unión, a criterio de Lagos, refleja la “integración” del gremio a nivel centroamericano, lo que debería ser tomado como ejemplo por otros sectores, dice.
¿Cómo encontró la red en el 2010 y cómo la deja ahora?
La verdad es que el trabajo que han hecho los presidentes anteriores ha sido invaluable, tanto el presidente anterior que fue Julio Flores de Nicaragua como su antecesor Reynold Walter de Guatemala, ellos han hecho un trabajo importante de consolidación del gremio.
En la Red, como veníamos de la crisis y ya habíamos iniciado algunos proyectos, sí tuvimos serios problemas que tuvimos que reevaluar nuestros compromisos, de revisar los proyectos que teníamos, hicimos una campaña de acercamiento con muchos organismos que después de la crisis salieron, financiadores y cooperantes e hicimos unas visitas a la sede de estos organismos y logramos como en este caso el proyecto más grande que presentamos que fue aprobado por el gobierno de Luxemburgo y a través de su ONG ADA de Luxemburgo y nos aprobaron cerca de 5.5 millones de dólares para fortalecer y darle continuidad a todos estos proyectos.
¿Y eso es una donación o financiamiento?
Es una donación. En ese sentido creo que dejamos una organización fortalecida sin mayores sobresaltos, sin incertidumbre de que si íbamos o no a seguir con los proyectos. Pero todavía hay un trabajo fuerte que hacer a nivel de gremialidad, a nivel de gobernabilidad, continuar con los proyectos de transparencia, con estos proyectos de microseguros, micropensiones, con la gestión del desempeño social con finanzas rurales; que son proyectos que realmente van a fortalecer toda la actividad gremial y a hacer que más instituciones puedan adherirse a nuestro gremio, todavía hay algunas en algunos países que no se han adherido y que también podamos llegar en el tema de inclusión financiera a la base de la pirámide, creo que eso va a ser muy importante para nosotros, este proyecto.
Creo que dejamos un buen trabajo, logramos adquirir nuestra propia sede en Nicaragua, no teníamos nuestras propias oficinas, dejamos una estructura administrativa también bien fortalecida, gente con sus planes de incentivos, los proyectos ya con financiamientos, el fortalecimiento de las redes locales a través de estos programas, la continuidad de los proyectos pilotos que habíamos iniciado, “ADA” nos ha apoyado además de esto con la contraparte de los proyectos de microseguros y micropensiones. Así que yo pienso que la mesa está servida, como le dije a la presidente (Jacoba Rodríguez).
Usted asumió en un período difícil, en el 2010 se empezó a sentir los estragos de la crisis.
El mayor impacto fue en el 2010. Aunque la crisis fue en el 2009, cuando miramos las gráficas, a junio del 2010 tocamos fondo en cuanto a niveles de decrecimiento, niveles de mora y ahí fue el punto de inflexión y después de ese primer semestre del 2010 iniciaba este proceso de recuperación.
¿Cómo está la situación de cada país, en Centroamérica, cuál es el país que tiene más y el que tiene menos estabilidad para las microfinanzas?
En términos de estabilidad para las microfinanzas, creo que estamos bien después de la crisis de Nicaragua, que fue lo más difícil que hemos vivido, próximamente se está evaluando una ley en Guatemala, El Salvador ya tiene su ley, hay que adecuarla; Honduras tiene completo su marco legal, Nicaragua acaba de aprobarse, falta la reglamentación… en Costa Rica también se está evaluando readecuar un marco regulatorio, que eso muy importante para el fomento de la actividad. En términos de la clientela no hay mayores sobresaltos, sí ya se ha controlado el tema del sobrendeudamiento que nos había afectado considerablemente, ya se controló la mora, estamos revisando metodología, estamos volviendo a lo fundamental. Así que yo creo que en este momento hay un clima de estabilidad en la región, creo que no va a haber mayores sobresaltos si no hay una crisis sistémica que nos pueda afectar nuevamente.
No obstante, hay algunas actividades que sí nos están minando, que ya son cuestiones de los países: el tema de la violencia en la región, especialmente Honduras, Guatemala, El Salvador, en ese orden. Nos están minando las actividades.
Del narcotráfico y el crimen organizado hay flujo de recursos que no se sabe, hay gente que se está dedicando a esa actividad, hay matanzas y ahí se va todo el mundo; y el crimen pequeño, a través de la extorsión, las bandas de las pandillas, las maras como les llamamos, están cobrando un impuesto de extorsión, ellos están obligando al cierre de miles de microempresas en Honduras, por ejemplo, y creo que he oído en Guatemala porque llega esta gente a extorsionar, a pedirle dinero, a decirle: si no pagás no podés seguir trabajando aquí. Entonces mejor la gente cierra y lo peor es que no solo cierran, sino que se van de ahí porque los han amenazado… esto está bien difícil.
¿Ese es uno de los retos de la región?
Ese es uno de los retos que tenemos en la región, que nos está minando y el dinero del narcotráfico que está fluyendo por ahí.
En el caso del lavado de dinero, ¿de qué manera puede intentar incluirse en microfinanzas si los montos son bajos?
Porque crea una incompetencia en el país y crea inactividad económica. La gente, en vez de dedicarse a una actividad productiva, se dedica a vender droga y entonces eso mina a la juventud, al aparato productivo. La gente que está en drogas ya no puede trabajar, entonces tiene un impacto tremendo socioeconómico. Destruye familias, entonces las repercusiones de eso y especialmente nosotros que somos un país bastante joven. Más del 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años, casi una característica en Nicaragua; en El Salvador, siendo países bastante jóvenes entonces están muy propensos a este tipo de problemas, entonces dónde está la mano de obra, dónde está la gente del futuro y la gente que va a sumir las riendas del país, si la gente está cayendo en las drogas también. Antes era que esa droga fluía por el país, se iba para el norte, ahora se irradia mucho ahí.
Veo que el sector de microfinanzas es bastante unido…
Sí. Nosotros decimos que este es el mejor ejemplo de integración. La Red Centroamericana de Microfinanzas es un ejemplo claro de integración, el cual no fue promovido por ningún gobierno, sino que fue por nosotros mismos, en donde pues tenemos un acuerdo de gobernabilidad que lo alternamos entre los países; para nosotros no hay fronteras y el intercambio de experiencias nos facilita la actividad para hacer mejor las cosas. Como ejemplo de integración es idóneo.
¿Qué ventajas han sacado de esa integración?
Nos ha allanado algunos caminos, de gente que ya había pasado por experiencias, por errores, lecciones aprendidas, que las hemos ido aprovechando y que al caminar, ver, presentar la región como grupo es más atractivo para el cooperante; por ejemplo: mis programas van a tener un impacto, no en ocho millones de hondureños sino en cincuenta millones de centroamericanos. Eso nos ha traído una gran ventaja de presentar propuestas para la región, y para el organismo internacional cooperante es mucho más fácil poder aprobar un programa con mayor impacto, de venderlo al que toma las decisiones.
Eso nos ha servido tremendamente. Para fortalecer las capacidades también en los intercambios que hemos tenido, en donde este tipo de experiencias como las conferencias que cada dos años traemos y vamos viendo tendencias y vamos estudiando juntos hacia dónde debemos ir y no vamos disparados uno y otro en los países, sino que todos vamos hacia el mismo objetivo.
¿La vivencia más complicada que tuvo al frente de Redcamif fue la experiencia de los No Pago?
Podríamos decir que sí, de cómo nosotros podíamos minimizar el impacto de eso porque incluso ya venía desde un poco antes, y como blindar el proceso en los otros países. Creo que afortunadamente eso no ha trascendido y no ha habido ningún movimiento a pesar de algunos intentos de algunos políticos de traer el tema en algunos otros países…
Ahora el sector de microfinanzas de Centroamérica trabaja en función de la demanda, afirma Juan José Lagos. Esto incluye una serie de productos que empiezan a ofertarse para maximizar la inclusión financiera, tales como microseguros, micropensiones, inversiones y otros. Es una tendencia mundial, añade, y espera efectos positivos en la región. “Yo le veo un futuro realmente muy promisorio, especialmente en estos países y que después de cada crisis quedan secuelas, en donde la gente que cae en mayores niveles de pobreza pues ahí tenemos que estar como una respuesta. Si no las da la banca privada, si no las dan los gobiernos, nosotros tenemos que estar ahí para llevar una mayor inclusión financiera”, sostiene.
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