Irene López
El toro venado se celebra el último domingo de octubre en Masaya, es una mezcla, donde se manifiesta toda clase de espectros, diablos, brujas, ceguas y otros.
Nuestros espantos no incitan a la violencia, son espantos alegres, bailarines, que fueron creados por la sociedad con el objetivo de preservar la estabilidad de la comunidad.
Es decir unos abogados o jueces de una corte suprema en la que cada uno de estos espantos imponía determinada función moralizadora.
Ahuizote: ser mítico, mal augurio, brujería, sortilegio, maleficios, presagio.
Ceguas (brujas): chanchas y micas brujas, el objetivo principal es la venganza o causar daño a los hombres por celos, rivalidades, despecho o enemistades.
La llorona: el arrepentimiento de la mujer por abortar.
La mocuana: representa la traición y la ambición.
Coronel Arrechavala: el lagarto de oro y el punche de oro: representan la avaricia por el oro.
Los duendes: creencias religiosas.
El cadejo negro y el cadejo blanco: representan el bien y el mal.
En Nicaragua el carnaval del torovenado y los ahuizotes que bailan al sonar de los chicheros y de la marimba representan personajes de los carnavales universales como la muerte, los diablos y las brujas.
El 31 de octubre el comercio nicaragüense celebra con bombas y platillos las fiestas de halloween, arrebatándole a la juventud el descubrir sus raíces.
Las universidades que ofrecen la carrera de Turismo tienen un reto muy importante en este sentido pues sus programas de estudios no abordan estas manifestaciones. Asimismo los medios contribuyen a la pérdida de nuestras tradiciones ya que sin darse cuenta fomentan el extranjerismo y olvidan la importancia que nuestras manifestaciones culturales.
Una noche de espanto y encanto en Masaya. Este último viernes de octubre desfilarán por las calles de Masaya una vez más los ahuizotes jurídicos y como todos los años irán haciendo parada en las casas de civiles o jurídicos, donde les esperan con agasajos, a cambio de bailar.
Esta fiesta nace en 1981 cuando un grupo de entusiastas abogados se dio a la tarea de mantener viva las festividades y costumbres del barrio Monimbó.
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