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Pasá la tarjeta

¿Cuántas veces nos ha tocado recibir a fin de mes el doloroso golpe del estado de cuenta de la tarjeta de crédito, reflejando un gasto y una deuda/pago cada vez mayor? Probablemente las tarjetas sean al mismo tiempo el “mejor invento y el peor invento” de la banca moderna.

Juan Vega Gonzales (*)

¿Cuántas veces nos ha tocado recibir a fin de mes el doloroso golpe del estado de cuenta de la tarjeta de crédito, reflejando un gasto y una deuda/pago cada vez mayor? Probablemente las tarjetas sean al mismo tiempo el “mejor invento y el peor invento” de la banca moderna.

Por un lado permiten realizar compras sin necesidad de llevar dinero en efectivo, en cada vez más lugares, reducen el riesgo de robo porque no necesitamos llevar dinero, además de ofrecer el servicio de seguro contra fraude y robo.

Las tarjetas se han transformado en un “compañero de viaje” que ayuda a financiar las compras de pasajes, reserva de hotel y consumos en el exterior. También nos permiten comprar por internet, con lo cual ponen un mundo de compras a nuestro alcance.

Para los bancos las tarjetas son un buen negocio, ya que además de cobrar una elevada tasa de interés y comisiones, también cobran a los negocios una comisión por permitir a sus clientes financiar sus compras.

Las tarjetas de crédito son cada vez más fáciles de obtener gracias a la intensa competencia entre bancos y tiendas que las ofrecen. Lastimosamente la facilidad de acceso no viene acompañada de una adecuada educación financiera para aprender a utilizarlas adecuadamente.

La facilidad de acceso y uso genera una tentación de compra casi adictiva; la que si no se controla puede terminar hundiéndolo en la “arena movediza” del sobreendeudamiento.

La deuda de la tarjeta se va acumulando y el banco solo le exige que pague un mínimo para poder seguir utilizándola (financiando con costo el resto). Pequeñas compras y pequeños pagos parciales acumulan poco a poco deudas, intereses y riesgos de sobreendeudamiento cada vez mayor.

La forma de manejar adecuadamente su tarjeta es ajustarse a un presupuesto de gastos previamente definido y resistir la tentación de gastar lo no presupuestado/necesario.

Procure pagar todas las compras hechas con la tarjeta a fin de mes y evite financiar las mismas; ya que corre el riesgo de ser arrastrado por una “bola de nieve financiera” de alto costo.

En caso de tener exceso de deudas por tarjetas, lo primero para salir del problema es dejar de gastar en lo que no necesita; lo siguiente es tratar de consolidar o transformar las deudas en otras que tengan menor costo financiero para usted.

(*) Director Promifin [email protected]

Economía educación financiera Tarjeta de crédito archivo

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