Arnulfo Agüero
Más de 170 novelas de autores nicaragüenses y extranjeros han sido estudiadas desde los años setenta del pasado siglo por el investigador Jorge Eduardo Arellano, trabajo reunido en dos tomos que dará a conocer el año entrante.
El libro de La novela nicaragüense: siglos XIX y XX —Tomo I— (1876-1999) , “el mérito de este trabajo —explica su autor— ha consistido en leer, analizar y valorar más de 200 novelas de autores nicaragüenses y extranjeros que han ficcionado la realidad nicaragüense a partir de 1876 con la novela La juventud de Bismark , de Fabio Carnevalini, hasta 1999 con Columpio en el aire , de Lizandro Chávez Alfaro.
Su primer acercamiento al estudio de la novela —comenta Arellano—, fue durante una clase impartida en los años setenta en la Universidad Centroamericana. Entonces presentó su valoración de la novela en tres etapas.
En 1975, publicó en La Prensa Literaria una lista donde aparecían las cien novelas de autores nicaragüenses, desde Amor y constancia (1878) de José Dolores Gámez hasta Jesús Marchena (1975) de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, precisa Arellano.
Uno de los primeros estudiados en este I Tomo es el novelista Gustavo Alemán con diez novelas escritas en el siglo XIX. Hay otros novelistas que escribieron sobre la guerra civil, el café y otros temas valorados en este proceso de sistematización, análisis y recopilación de datos.
Asimismo se incluye a extranjeros que han ficcionalizado realidades o vivencias personales desarrolladas en el país. Al respeto Arellano cita las novelas de ¡A sangre y fuego! (1935) del panameño Alfredo Cantón; Pasión y muerte en Nicaragua (1958) del argentino Domingo Rizzo Baratta; y Fuego en la ciudad (1966), de la hondureña Argentina Díaz Lozano.
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