Subir y bajar de las embarcaciones pequeñas que viajan hacia Ometepe resulta peligroso cuando estos medios de transporte no hacen uso de una pasarela con barras protectoras de hierro, que evite que los pasajeros resbalen o caigan al lago. El viernes una de las lanchas no usó la pasarela y los pasajeros tuvieron que mantener equilibrio sobre una vieja tabla de madera —ayudados por la tripulación del barco— para poder bajar al muelle. La pasarela de hierro tiene cuatro años de haber sido construida y debe usarse cuando arrimen las cuatro lanchas que viajan de San Jorge a Ometepe o viceversa, indicó el delegado de Transporte Acuático de San Jorge y Moyogalpa, Dionisio Rivas Zeas.
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