Marianela Lacayo
Asesora de imagen
Desde los años cincuenta el pantalón capri, pirata o pescador, se definió como una prenda básica y clásica que reaparece ahora renovada con nuevos tejidos, detalles, estampados y el largo.
En verano son frescos, cómodos y muy presentables al no ser tan informales como el short. Pueden llevarse en diferentes outfits, incluyendo los de oficina, siempre que se acompañe con un blazer y que lo permita el código de vestimenta de la empresa.
La diferencia entre los estilos la dará la tela, el color y la textura con la que esté confeccionado.
Se llevan en varios largos, siendo el que va a la mitad de la pantorrilla el más común, y actualmente gusta mucho justo arriba del tobillo. Los hay rectos, en forma de cono y acampanados por lo que debés tomar en cuenta la forma de tu cuerpo para escoger correctamente tu estilo. Si tenés cadera u hombros anchos, probá con los acampanados, de lo contrario te favorecerán los rectos o ajustados a la pierna.
Los zapatos se lucirán, así que asegúrate que tengan algún diseño interesante. El capri ancho se ve mejor con zuecos, zapato de tacón ancho y cuñas y el ajustado con flats, tacón pequeño, mocasines y botines de tacón grueso.
Las piernas proporcionadas desde el muslo al tobillo y las largas son las que mejor se ven con estos cortes.
Una mujer muy bajita podría verse aún más baja con este tipo de pantalones, así que llevar zapatos del mismo color del pantalón o tono piel, ayuda a alargar la pierna y dar efecto de continuidad.
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