El éxodo que sufren los rodajes desde Los Ángeles hacia ciudades como Atlanta, Nueva Orleáns o Vancouver, mucho más flexibles en la imposición de impuestos y generosos en la concesión de créditos, es una tendencia que tratarán de paliar los candidatos a la Alcaldía de la urbe californiana.
La producción cinematográfica ha disminuido un sesenta por ciento en Los Ángeles durante los últimos 15 años, mientras que la grabación de pilotos para televisión se ha reducido un 31 por ciento solo en los últimos cinco años, según cifras de FilmL.A., empresa que proporciona los permisos para filmar en esa ciudad.
“Ya no rodamos películas en Los Ángeles”, dijo a Efe David Zucker, productor de la quinta entrega de la saga de humor Scary Movie . “Las últimas secuelas de esta franquicia las hemos hecho en Vancouver y Atlanta. Las finanzas mandan”, añadió.
CIFRAS MILLONARIAS
En Hollywood se rodaban series y películas cuyas historias se desarrollaban en Nueva York, Miami , o el sur del país. Ahora incluso aquellas que tienen lugar en Los Ángeles se filman fuera de la ciudad ( Battle LA se grabó en Luisiana).
Esa industria genera más de 190,000 empleos y 17,000 millones de dólares en sueldos en California.
La situación, aunque ha mejorado en el primer trimestre del año —un 17.6 por ciento más que en el mismo periodo de 2012—, podría cambiar más aún si el porcentaje de devolución de impuestos fuera más alto y se redujeran las restricciones al coste de la película sin determinar dónde se pueden utilizar estos créditos fiscales, según fuentes consultadas por Efe.
“Ya no rodamos mucho en Hollywood. Ya no es aquel lugar donde se hacían todas las películas. Ahora es más bien su centro de distribución y la razón es sencilla: es terriblemente caro filmar en Los Ángeles”, sostuvo recientemente la actriz Emma Thompson.
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