Ayer, Día Nacional del Maestro, no fue un motivo de celebración para los maestros de Masaya. Los raquíticos salarios, la sobrepoblación de alumnos y la carga de trabajo son algunas de las razones por las que la profesora Julia Chavarría considera que no había qué festejar.
“El maestro se siente agotado. Se nos exige participar en muchas actividades. No tenemos bibliografías u otro material, lo que nos hace bajar la calidad de la educación. Que el Gobierno se preocupa por el magisterio o la educación, es falso”, dijo.
Arsenio Vivas, secretario general de la Confederación Nacional de Maestros de Nicaragua, dijo que el bajo salario de los maestros apenas les cubre el 33 por ciento de la canasta básica.
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