El volcán Popocatépetl, en el centro de México, está inquieto, debido a una confluencia de un sismo de 5.8 grados el 16 de junio, la “limpieza” de su cráter y la dirección de los vientos.
La actividad de “Don Goyo” —como se conoce popularmente al volcán— motivó ayer restricciones en algunas operaciones en el aeropuerto internacional de la capital mexicana y varios vuelos tuvieron que ser derivados a otros destinos.
“Es un volcán importante, es un símbolo de nuestro país y hay que tenerle respeto”, recordó el jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN), Carlos Valdés.
El Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) lo mantiene desde el 7 de junio en el nivel de “alerta amarilla fase 2”, determinado por el incremento de su actividad, emisiones de vapor y gas, la caída de cenizas y explosiones esporádicas.
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