El Gobierno debe atender y escuchar la voz de los obispos que vienen insistiendo que los grupos rearmados son una realidad “para evitar un derramamiento de sangre, escenas que Nicaragua jamás quiere vivir nuevamente”, dijo monseñor René Sándigo, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN).
Tanto la Policía Nacional como el Ejército de Nicaragua niegan que se trate de grupos guerrilleros y los vinculan con grupos delincuenciales.
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Además, el jerarca católico alertó al Gobierno a buscar mecanismos como el diálogo franco, para detener la violencia, antes que esta se institucionalice como sucede en otros países de la región, “de lo contrario esto sería fatal para el desarrollo de Nicaragua”.
Monseñor Juan Abelardo Mata y un obispo del norte de Nicaragua han alertado de la presencia de grupos guerrilleros que manifiestan son perseguidos por el Gobierno, por lo que han decidido armarse.
“No hagamos de esto simplemente una palabra sin fundamento. Entendamos que detrás de esa palabra hay un obispo serio; hay un fundamento y por ende como Iglesia seguimos haciendo el llamado que se atienda esta situación (de los rearmados) y se busque un acercamiento para evitar derramamiento de sangre en nuestro país”, advirtió el obispo Sándigo, al referirse a las denuncias que dos obispos vienen insistiendo que en Nicaragua existen grupos guerrilleros que no están de acuerdo con la forma despótica en que Daniel Ortega gobierna el país.
Sándigo afirmó que es obligación del Gobierno dialogar y escuchar la voz de aquellos que demandan atención, sobre todo, aquellos que argumentan estar armados porque consideran que son perseguidos por el Gobierno.
“Que no se genere esa intranquilidad en nuestras montañas. Hay palabras de obispos que están en el lugar, en el ambiente, con sus estructuras pastorales que están sustentando su palabra precisamente en esa estructura y repito yo creo que en vez de ponerse en una actitud de negación (Ejército y Policía) de esa realidad, hay que ponerse con una actitud positiva, de búsqueda; de esa realidad, para que esa semilla de inconformidad no se convierta en un árbol”, fue el llamado del también obispo de Chontales y Río San Juan.
PREOCUPADOS
El obispo Sándigo dijo que los últimos actos de violencia en el Triángulo Minero y más recientemente en Managua y Masaya, debe ser una campanada para las autoridades para evitar que la violencia afecte al país.
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