14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Iván de Jesús Pereira

Enoc Aguado, un patriota olvidado

En el cementerio de Guadalupe, en mi León inmortal, hay un ángel que con su mano derecha señala al cielo y con su izquierda sostiene una guirnalda de flores, resguardando la tumba del hombre, que fue algo más que un patriota, un ciudadano ejemplar, un profesional sin mácula, un político sin egoísmos, un apóstol de la república. Que le tocó vivir días aciagos, y que no tuvo más alternativa que la muerte, como nos dijera el joven poeta Leonel Rugama, al enfrentar cara a cara a la dictadura de los Somoza. Me refiero al doctor Enoc Aguado Farfán. Sobre él hoy cae un olvido execrable. No existe en Nicaragua, alguna plaza, avenida, escuela, o instituto que lleve su nombre y que perennice el ejemplo de vida que fue.

Nacido en León, un 28 de agosto de 1883. Estudia en el Instituto Nacional de Occidente, pasa a la Universidad de su ciudad natal donde se gradúa de abogado. Liberal de principios, Aguado muy pronto se destaca en su partido a tal punto, que forma parte de la delegación liberal en las famosas conferencias del Denver en 1926.

Firmados los pactos entre el general José María Moncada, jefe militar del Ejército Liberal, y el abogado Henry. L. Stimson, enviado personal del presidente Calvin Coolidge, (4 de mayo de 1927) en Tipitapa, y ante la muerte sorpresiva de Antonio Medrano, lo vemos surgir como el componente de fórmula a la presidencia, creándose la fórmula Moncada- Aguado un 1 de octubre de 1929.

Los años en la vicepresidencia fueron muy duros para Aguado. Por una parte la intervención norteamericana se hacía sentir en todo su peso, y por otro lado, el abuso que algunos nicaragüenses ejercían ante la Comisión de Reclamos que se creó en ese entonces para indemnizar los daños causados por la guerra, hicieron que como miembro de esa comisión, Aguado elaborase un reglamento (5 de febrero de 1930) que es un ejemplo de su honestidad y el buen manejo de la cosa pública.

Su nacionalismo y su fe liberal, le hacen concebir en algún momento, (siendo todavía el vicepresidente del gobierno), un plan de levantamiento para expulsar a las tropas interventoras, y no tiene reparos en consultar su plan con el general Sandino quien le responde un 26 de octubre de 1930 de la manera siguiente: “Me gustaría tener aviso oportuno del momento que usted se lance al campo de limpieza del Honor Nacional, pues así nosotros tomaríamos rápidamente la ofensiva en estos cuatro Departamentos del Norte, hasta cerrar con broche de fraternidad la cadena en el lugar que usted se encontrase”.

En las administraciones liberales que le presiden, Aguado ocupa diferentes posiciones desde diputado, embajador, hasta llegar a ser Presidente de la Corte Suprema de Justicia.

El 21 de diciembre de 1946, en la ciudad de Ocotal, es lanzada su candidatura a la presidencia de la república. Aguado gana ampliamente la elección con 287,456 votos a su favor, habiendo obtenido su opositor el doctor Leonardo Argüello la suma de 9,842 votos, pero Somoza García cambia las cifras y se reconoce a Argüello como presidente.

Diez años va a tomarle a Aguado devolver esta afrenta, y a la edad de 74 años se embarca en la aventura del complot contra Somoza. En artículo anterior, he narrado brevemente esos hechos; Edwin Castro su ahijado le introduce a Rigoberto López Pérez, y él lo financia y le extendió una carta de presentación ante los exilados nicaragüenses en El Salvador, hecho que hizo posible que el ex teniente Guardia Nacional (GN), Adolfo Alfaro, se convirtiese en el mentor de Rigoberto y lo entrenase para ejecutar el plan: la muerte de Anastasio Somoza García.

Hecho prisionero, Aguado fue tratado de la manera más brutal, el relato de Julio César Sandoval ilustra lo ocurrido:

“Frente a nosotros, aparte de la escuadra de nuestras celdas, había una jaula con paredes de rejas y de malla. Jaula como de circo, abierta al aire y a la luz. Ahí tenían, durmiendo en el suelo como un perro, al doctor Enoc Aguado. Como muebles, un catre sin colchón y una lata para los excrementos. Vestía pantalón y saco blancos de lino sucio y maltratado que nunca se cambió mientras yo estuve preso. No nos dejaban mandarle nuestras viandas. Acompañado por un GN se iba todas las tardes con su lata sobre los hombros a botar sus orines y sus heces. Cansado, vencido, doblado sobre la ofensa, cegato por la luz que en sus ojos todas las noches ponían en sus interrogatorios. Lo veíamos, llorábamos, nos sentíamos impotentes. Meses después, me dijeron que salió de la cárcel, ciego… para morir”.

¿Merece un hombre así ser olvidado? Contésteme usted señor lector.  

El autor es abogado.

Opinión cementerio Enoc Aguado archivo

COMENTARIOS

  1. Sofia Jarquin Fonseca
    Hace 7 años

    Gracias por la nota, Enoc Aguado es mi bisabuelo por parte mi padre y hemos estado investigando mas sobre su vida ya que mi padre no tiene muchas connecciones con su familia nicaraguense.

    1. Jose David Romero Aguado
      Hace 7 años

      Hola Sofia, yo tambien soy su bisnieto por el lado de mi abuelo materno, nosotros vivimos en Venezuela, un gusto saludarte, muchos estamos en Maracaibo, otros de sus bisnietos en Florida y California e incluso tenemos un primo en Chile

  2. Trebolar
    Hace 11 años

    Bajo estas circunstancias, a la Mafia no le conviene enaltecer y relucir a heroes, le conviene mejor pintar basura en los simbolos patrios como hoy se targiversa el escudo nacional

  3. Tomas Agusto
    Hace 11 años

    Gracias al señor Ivan de Jesus Pereira por su articulo y por darnos esta reseña historica de un gran hombre que arriesgo su vida por su patria y que merece ser recordado como un heroe.

  4. Hija orgullosa
    Hace 11 años

    Gracias por su articulo que me ayudo a recordar las historias que un dia mi padre me conto. Mi padre estuvo preso tambien en esa oportunidad. Hombres con la integridad y amor patrio como el Dr. Enoc Aguado y mi padre muy dificilmente se encuentran. Desgraciadamente para nuestra sufrida Nicaragua estos grandes hombres estan ya muertos y olvidados y son otros, los oportunistas, los que hoy ostentan el poder y se autollaman heroes.

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí