Recientemente publiqué en este Diario un artículo sobre la participación de los ciudadanos en los asuntos públicos y la gestión estatal, haciendo énfasis que debemos desarrollar una actitud vigilante, de observancia crítica al desenvolvimiento de los gobernantes y por ende de las políticas públicas. Como de costumbre leí la sección de comentarios, hallando una válida opinión que hace referencia a que “los gobiernos anteriores no se interesaron en envolver a la población en los problemas que nos afectan, y que el actual gobierno ha trasladado el poder de la participación a la ciudadanía”, finaliza el ciudadano.
Me hizo reflexionar y llevar más allá mi análisis y profundizar que cuando hablamos de participación ciudadana e involucrar a la ciudadanía en el análisis y elaboración de las políticas públicas, nos enfocamos en la integración social, que represente los intereses y puntos de vista de los distintos sectores de la sociedad, logrando así que los programas que un gobierno, cualquiera que sea, desarrolle acciones para el bienestar de la sociedad.
El sistema democrático invita a la sociedad a participar y que se integre a los proyectos que de manera directa le beneficien. Les invito a tener claro los elementos que deberían de tener las políticas públicas para ser implementadas, pues al momento de implementar una política esta puede llegar a fracasar por no tener una vinculación de tipo social, congruente con las necesidades de la ciudadanía y la resolución de problemas concretos.
La participación ciudadana va de menores a mayores grados de involucramiento de la ciudadanía, es decir: información, consulta, control ciudadano, cogestión y autogestión. En la primera, tratándose de un nivel básico de participación el gobierno debe proveer la información necesaria, a fin de que poco a poco se despierte el sentido de integración y participación. Seguido de una consulta, donde los tomadores de decisión ponen en consideración de la población la puesta en práctica de una determinada decisión política. Sin estos dos elementos, difícilmente se transmite cierto poder a la sociedad, de ahí el papel que juega la información pública y que actualmente está legislada en nuestro país de acuerdo a la Ley 621, Ley de Acceso a la Información Pública (LAIP) aprobada el 16 de mayo del 2007.
El control ciudadano se logra con la participación ciudadana, siendo un rector vigilante de que se estén cumpliendo cabalmente los planes diseñados y ejecutados por el gobierno, cualquiera que sea. Cogestión, administración compartida en la toma de decisiones entre representantes de gobierno y sociedad civil. El escalón máximo de participación ciudadana es cuando la sociedad diseña programas, administra y ejecuta, siendo este la autogestión.
De manera que insto a que el proceso de diseño y puesta en práctica de las políticas sea partícipe entre todos los actores. Consultar y profundizar para que se pueda aportar y no se centralice una sola idea y/o visión, no es una tarea de una sola persona u organización, tiene que ser un conjunto de actores los cuales interactúan y negocien, debido a que la política es un proceso, un curso de acción que involucra todo un conjunto complejo de decisiones y operadores logrando beneficios convergentes a todos los involucrados. La autora cursa Maestría en Políticas Públicas para el desarrollo Social, OEA/CREFAL, México.
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