Wendy Álvarez Hidalgo, Lucía Navas y Carla Torres
Las medidas de ajuste que propone el Gobierno y que afectan las pensiones y a los cotizantes dejarán “jugosos” rendimientos al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), mientras que la carga de la empresa privada y del Estado será más liviana. Eso es lo que revelan las cifras que proyecta el Gobierno con la aplicación de su propuesta de ajuste al Seguro Social.
Aún así, el gerente general del Banco Central de Nicaragua (BCN), Ovidio Reyes, defendió ayer las propuestas estatales, al afirmar que una reforma profunda al sistema para garantizar su sostenibilidad más allá de 2034, significarían a lo inmediato incrementar fuertemente las cotizaciones y reducir las pensiones.
El documento oficial de las propuestas indica que de los 173,779 millones de córdobas que estará captando el INSS en 2034 producto del ajuste, 134,342 millones de córdobas tendrán su origen en los cambios que afectan a los cotizantes y pensionados.
Mientras el Estado por año aportará 250 millones de córdobas en concepto de pago de la deuda al INSS.
En 2034 otros 39,187 millones de córdobas se obtendrían producto del incremento de tres puntos porcentuales en la cotización de los empleadores.
Pese a que sobre el asalariado y jubilado recae el mayor peso del ajuste al sistema de Seguridad Social, Reyes, del BCN, insistió que “cada sector está haciendo su aporte”.
Según datos de la propuesta de ajuste del Seguro Social que presentó esta semana el Gobierno, de las 980,251 personas que cotizaron al menos una semana al Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), solo el 36.5 por ciento tuvo trabajo permanente.
El economista Sergio Santamaría dice que esos datos revelan el gran reto que tiene el INSS para lograr en los próximos cinco años que al menos el cincuenta por ciento de las personas que se afilien coticen entre 50 y 52 semanas. El también economista Adolfo Acevedo advierte que “hasta el momento no existe, ningún planteamiento orientado a promover tal proceso de cambio estructural, y esto podría pasarle una enorme factura al país en algunas décadas más”.
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Pero donde González dice que se necesita “más aclaración” es en el cambio de la fórmula para definir las pensiones mínimas, ya no en base al salario mínimo, sino al salario promedio. “Nos han preocupado opiniones de expertos que señalan que estaría significando reducción de las pensiones”, dijo González.
También afirma que los sindicalistas temen que el sistema de ahorro complementario de las pensiones que propuso el Gobierno, sea el mismo modelo que fue propuesto en 2004, “es decir, la privatización de las pensiones”.
“En este sistema existía una Administradora de Fondos de Pensiones, pero no fue implementada por el rechazo de los sindicalistas”, recordó González.
La CST insistirá a la hora de negociar con el Gobierno que en las reformas al sistema se incorpore la regulación efectiva de las clínicas médicas previsionales, para que se fiscalice y se sancione en materia de atención médica, cobertura y calidad.
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El funcionario rechazó las críticas de economistas independientes y de expertos en seguridad social, en que la propuesta oficial es un nuevo “parche”, porque solo garantiza su sostenibilidad financiera hasta el 2034.
Reyes asegura que deciden ir gradualmente porque con una reforma profunda a lo inmediato “los costos podrían ser muy altos”. “Tal vez las tasas de cotización deberían ser mucho mayores, el aporte estatal tendría que ser mayor, la reducción de las pensiones podría ocurrir, cosa que no estamos proponiendo en esta reforma. En realidad esos costos, ustedes lo saben, tienen consecuencias oficiales bien grandes”, reconoce el gerente general del BCN.
EMPRESARIOS Y GOBIERNO ALIVADOS DE LA CARGA
Las cifras del documento oficial confirman que el 78 por ciento de las contribuciones al INSS serán producto de los ajustes en el cálculo de incremento mensual de las pensiones mínimas, el aumento del techo del salario máximo cotizable y cambio de fórmula en la fijación de la pensión. El restante 22 por ciento será aportado por la empresa privada y el pago de deuda del Estado.
ASÍ AJUSTARÁN PENSIÓN
Sobre la mesa, el ejecutivo propone que los ajustes anuales de las pensiones mínimas no se hagan con base en los incrementos anuales que aplican al salario mínimo, sino según la variación anual del salario promedio nacional, que crece a menor ritmo.
Tal es la disparidad entre el ritmo de crecimiento entre estos tipos de salarios que, entre abril de 2005 y junio de 2013, el salario mínimo industrial ha crecido 237 por ciento y el salario promedio nacional 93 por ciento, se explica en la propuesta.
Referente a esto, Reyes argumenta que el objetivo es que haya “un ajuste realista” a las pensiones, medida que implica que el INSS deje de incrementarlas anualmente conforme al aumento del salario mínimo, la inflación y el deslizamiento de la moneda.
“Es que el salario promedio ya considera esos aspectos. El deslizamiento es del cinco por ciento, la inflación anda por el siete por ciento y los salarios promedios (nacionales) andan creciendo 8.9 y ha veces hasta diez por ciento o más. Entonces ya está tomado en cuenta ese efecto”, explica.
Insiste en que técnicamente “si los salarios (promedio nacional) están creciendo un diez por ciento, entonces que las pensiones crezcan un diez por ciento, ese es el planteamiento”.
Pero solo por esta modificación de fórmula de cálculo de incremento de la pensión mínima, el Gobierno obtendrá en 2014 unos 172 millones de córdobas, cuyo monto se elevará en 2034 a unos 101,055 millones de córdobas. En tanto, el aumento en la tasa de contribución de la empresa privada, pasará de 671 millones de córdobas el próximo año, a 39,187 millones de córdobas en el 2034.
El aumento del salario máximo cotizable, que pasará de 37,518 córdobas a 72,409.74 córdobas, dejará al INSS un ingreso de 57 millones de córdobas en el 2014.
En el 2034 esta medida generaría 1,768 millones de córdobas, refleja el estimado de rendimiento de la reforma del Gobierno.
CUESTIONAN POCO APORTE DEL ESTADO
Los economistas Sergio Santamaría y Adolfo Acevedo cuestionan el hecho que hasta ahora el Gobierno no explica si pagará alguna tasa de interés por el pago gradual de los 580 millones de dólares en un plazo de 50 años, algo que califican de irracional.
Santamaría dice que el plazo es “excesivo” porque cree que la deuda se debería rembolsar en máximo 20 años, tomando en cuenta que la meta del Gobierno es darle sostenibilidad al INSS en un lapso de 22 años.
De hecho en las estimaciones de resultado de la aplicación de las siete medidas de ajuste al INSS, que el asesor para Asuntos Económicos de la Presidencia, Bayardo Arce presentó a empresarios del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), no se contempla algún rédito por el pago de esa histórica deuda del Estado.
Sin embargo, Reyes del BCN, sostiene que reducir los gastos administrativos del INSS, como también exigen los expertos, por sí mismos “en la práctica te ha demostrado que no te va a solucionar el problema estructural del INSS”.
“El financiamiento del INSS es con la cotizaciones de los empleadores y de los empleados, y en el tema de los gastos son parámetros regulares”, dijo.
OBTENDRÁN MILLONES
De aplicarse las siete medidas que plantea el Gobierno, el próximo año a las arcas del INSS estarían entrando 1,209 millones de córdobas, cuyo monto se incrementará a 7,666 millones en 2019. Para 2024 ese ingreso se elevará a 22,119 millones de córdobas. En 2029, el INSS estaría alcanzando los 62,375 millones de córdobas.
La reserva adicional del INSS en 2034 totalizaría unos 919,057 millones de córdobas y la cuenta de ingresos financieros adicionales alcanzaría los 40,990 millones de córdobas.
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