CARACAS/AP
Las autoridades venezolanas destruyeron el jueves más de 2,500 armas de fuego como parte de una política de desarme que intenta reducir los altos índices de criminalidad que agobian a los ciudadanos.
La fiscal superior metropolitana de Caracas, Marisela Lucena, indicó que en celebración de la semana del desarme, establecida por Naciones Unidas, y con el fin de garantizar la paz ciudadana, fueron destruidas simultáneamente en plazas de 20 estados del país “2,500 armas de fuego, entre revólveres, pistolas automáticas, escopetas, además de muchas otras de fabricación casera”. La mayoría de las armas fueron incautadas en distintos operativos policiales.
Los delitos violentos en esta nación sudamericana, de unos 28.9 millones de habitantes, son considerados el problema más grave del país, según sondeos.
Aunque no hay datos oficiales actualizados, se calcula que en Venezuela la tasa es de alrededor de 55 homicidios por cada 100,000 habitantes, con al menos 16,000 muertos al año.
Venezuela registró el año pasado la quinta tasa de homicidios más alta de mundo sólo detrás de Honduras, El Salvador, Costa de Marfil y Jamaica, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
A todas las armas destruidas se les hicieron pruebas para que eventualmente esa información pueda ser incluida en cualquier proceso judicial.