El papa Francisco y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, acordaron ayer reforzar las relaciones bilaterales en la audiencia privada que el pontífice le concedió.
Tras la audiencia, la presidenta declaró que la Iglesia puede jugar un papel fundamental en temas como el control de las armas químicas o nucleares.
Un comunicado de la Santa Sede manifestó que “se ha constatado la colaboración entre la Iglesia y el Estado para afrontar algunas problemáticas sociales”.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A