Cables combinados
Los cadáveres de ocho personas fueron hallados el domingo en la norteña Ciudad Juárez, sobre la frontera de México con Estados Unidos, dijeron investigadores.
Los policías municipales de Tancítaro huyeron, pues “todos ellos están implicados” en el crimen organizado, asegura el líder Hipólito Mora.
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Los cuerpos estaban atados y al parecer fueron acuchillados hasta morir, según los procuradores de justicia del estado de Chihuahua.
El portavoz de la Procuraduría, Arturo Sandoval, dijo que encontraron los cadáveres la mañana del domingo y al parecer eran familiares. Añadió que aún no se conocían las edades exactas, pero que tres de los muertos parecían ser niños y cinco eran adultos.
Ciudad Juárez, al otro lado de la frontera desde El Paso, Texas, vio un gran aumento de la violencia relacionada con las drogas entre 2008 y 2011, pero los homicidios han disminuido en el último año.
Más temprano, el domingo, las autoridades en el sur de México dijeron que habían exhumado los cadáveres de siete hombres de tumbas clandestinas, cerca del puerto mexicano de Acapulco.
Los cuerpos fueron encontrados el sábado en cinco tumbas poco profundas, según indicó la procuraduría del estado de Guerrero, en el sur de México.
Por otra parte, el levantamiento armado de civiles en el convulso estado mexicano de Michoacán (oeste) seguirá replicándose hasta que todos los pueblos estén libres del crimen organizado, aseguró ayer Hipólito Mora, líder del grupo de civiles armados del pueblo La Ruana, parte de los autodefensas que participó el sábado en la toma del municipio Tancítaro.
Otros aseguran que su próximo objetivo es Los Reyes y que no se detendrán hasta liberar a todos los pueblos del crimen organizado.
Hartos de las sangrientas batallas entre cárteles narcotraficantes, así como de sus extorsiones y secuestros, varios civiles mexicanos se han armado, argumentando la inacción de las autoridades.
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