Roy Moncada
La complicación que le trajo MPeso a los usuarios del transporte de Managua con la tarjeta electrónica no se desvanece a tres meses y medio del funcionamiento de este cuestionado sistema.
Así lo demuestra una encuesta realizada en el mes de noviembre por estudiantes de la Universidad de Ciencias Comerciales (UCC).
Después de consultar a cien usuarios, abordados en las paradas de la Universidad Centroamericana y mercado Roberto Huembes, se conoció que el 66 por ciento de ellos rechazan pagar con la tarjeta y prefieren el pago con dinero en efectivo y el 61 por ciento reporta tener problemas con el sistema.
Los resultados obtenidos por los universitarios coinciden con las anteriores denuncias que han hecho las organizaciones defensoras de los consumidores y los señalamientos de la población que ha salido a protestar a la calle.
En cuanto a la pregunta aplicada por los encuestadores, sobre si la empresa brinda un servicio de calidad, el 90 por ciento respondió que no, siendo el sistema de recarga el mayor problema.
Esto debido a las insuficientes agencias que existen en la ciudad.
Los datos obtenidos por los investigadores de la UCC revelan que la imposición de la tarjeta afecta mayormente a las personas con rangos de edades entre 26 y 41, que son quienes más usan los buses.
Pese a estos problemas, el Instituto Regulador del Transporte del Municipio de Managua (Irtramma) no toma medidas claves para reparar el Transporte Urbano Colectivo (TUC) a causa de la tarjeta que proporciona la empresa MPeso.
La única exigencia pública que se conoce proviene de los dirigentes del transporte: el lunes 11 de noviembre le solicitaron a MPeso abrir 1,800 puntos de recargas y así ofrecer 2,500 en total.
Del cumplimiento depende que el pago del pasaje sea ciento por ciento de forma electrónica, pero por ahora el cuarenta por ciento de los buses (334) cobran con la tarjeta y el sesenta por ciento (501) de forma mixta. MPeso no tiene fecha tope para cumplir.
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