La Selección Nacional Femenina de Futbol empató sin goles en el último partido de fogueo de la serie de tres que habían pactado con la Universidad Augsburg de los Estados Unidos. Las nicas no mostraron superioridad como en los dos partidos anteriores, donde se impusieron 2-0 y 5-1.
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Esta vez las norteamericanas presionaron más a través de la mediocampista Marie Fitzgerald, quien destruía el juego de las nicas, imponía su altura e influencia en el terreno de juego para desequilibrar la ofensiva nicaragüense.
Ni Jessenia Flores, Ni Julissa Acevedo tampoco Andrea Urroz lograron penetrar la portería rival, a pesar de concretar muchas jugadas de peligro.
Betania Aburto, portera del equipo nicaragüense, tuvo mucho trabajo. Su elasticidad, buena complexión y seguridad en su cabaña, evitó que la selección de Augsburg anotara cuando Morgan Kemy trató en los primeros minutos del primer tiempo. Aburto fue la salvación de las pinoleras, se tiraba como clavadista y recogía pelotas como un beisbolista. Era como si no hubiera misil que pudiera someterla. Realmente se lució.
Vilma González, la norteamericana de padre nicaragüense quien milita con la Selección Nacional, era de infantería, luchaba de arriba hacia abajo en busca del balón para tratarlo de proyectar a la ofensiva, y fue en una de esas jugadas de combinación que logró estar cerca de anotar el primer tanto, pero Katie Gojewski, portera rival, dijo no, soltando un manotazo y desviando el balón de la portería.
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