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El arreglo del cabello de la doctora estuvo a cargo de Carlos Corrales, de Max Salon.

Enamorada de Nicaragua

Carla Fjeld, originaria de California, llegó a Nicaragua en el año 2000 y desde entonces nuestro país se ha convertido en sus raíces. Aquí su principal misión ha sido promover la alimentación sana relacionándola con la salud.

Geraldina González C.

Originaria de California, en el año 2000 llegó a Nicaragua y desde entonces nuestro país se ha convertido en sus raíces. Aquí su principal misión ha sido promover la alimentación sana relacionándola con la salud.

Se describe como una mujer enérgica, creativa y comprometida con el mejoramiento de la comunidad donde se encuentre. Considera que la buena educación es muy importante para el desarrollo de una comunidad, y uno de sus principios es el trato equitativo para todos.

Desde hace 11 años es propietaria del restaurante Ola Verde, donde ofrece platillos saludables con ingredientes naturales.

Ella es la doctora Carla Fjeld, especialista en nutrición humana y biología de nutrición. Desde 2006 es columnista del suplemento Nosotras.

¿Qué la motivó a venir a Nicaragua y abrir Ola Verde?

Me motivó mi esposo, porque él era diplomático. Yo tuve cargos profesionales en la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y en el departamento de agricultura de Estados Unidos, donde fui la líder del programa nacional de ciencias nutricionales, pero quise tener un cambio porque era un trabajo tremendo. Cuando vine a Nicaragua me emplearon como consultora, hice estudios locales sobre mercado potencial para productos sanos y haciendo esos estudios me surgió la idea de asistir y crear algo para la prevención de enfermedades crónicas utilizando comidas locales, esa era la idea original. Así surgió la idea de crear el restaurante Ola Verde.

¿Le fue complicado acostumbrarse al estilo de vida de Nicaragua?

No, al contrario. Cuando vine hice muchas amistades nicaragüenses que me aprecian. A veces sí me siento como una extranjera, pero me olvido de eso porque me encanta estar aquí, siento que mis raíces están aquí. Cuando estoy en Estados Unidos pienso: ‘pobres ellos que no pueden estar en Nicaragua’, (risas).

¿Cuál ha sido la clave para que la gente acepte un estilo de alimentación distinta?

La clave creo que es la educación y la información. También es clave que haya mucha disponibilidad en el mercado local, que incluyan una gran variedad de ingredientes que se puedan utilizar para hacer platos sanos. Es importante el mantenimiento de una producción diversificada y que todo no sea exportado, que tengamos acceso en el mercado nacional de alimentos de primera calidad.

¿Cómo surgió su interés por el tema de la nutrición?

En mis primeros cuatro años de la universidad estudié química, y me fascinaba. También estudié salud para la comunidad y siempre quise aplicar mis conocimientos para mejorar el mundo. Yo pensé mucho en mejorar el mundo con paz. Me pregunté qué podía hacer con química y salud y pensé en nutrición, porque podía contribuir de manera positiva al mejoramiento del mundo enfocándome en nutrición. Saqué mi maestría en California y el doctorado en la universidad de Chicago, siempre buscando relaciones entre la dieta y la salud.

Fuera de su trabajo con el restaurante, ¿qué pasatiempos tiene?

Hago ejercicios tres veces por semana con un entrenador y camino dos horas y media una vez por semana, de mi casa hacia El Crucero. Una vez por semana me gusta nadar, aunque no siempre lo hago. Leo bastante. Participo en un grupo donde vemos películas una vez por semana en casa de algún miembro del grupo. También viajo. Me gusta viajar a Europa, me gusta el arte, comer, mi familia, mi hija y mis amigos.

¿Qué tal es su relación con su hija de 24 años?

¡Súper! Desde hace muchos años, ella y yo somos como mejores amigas. Yo juego el papel de la mamá, pero nos apreciamos una a la otra y nos consultamos. Es una relación bastante abierta, hay comunicación respetuosa. Ella estudió en Suiza y ahora trabaja en Texas. Es la coordinadora de comunicaciones para un centro grande que trabaja para la sostenibilidad de la producción agropecuaria. Hacemos cosas muy similares.

¿Cómo ha sido su experiencia como columnista de Nosotras?

Como tienen nuestra foto, cuando estoy en el supermercado o en el cine, casi siempre alguien se me acerca y me pregunta si soy la persona que escribe en periódico. Yo les respondo que sí y muchas veces me dicen que tienen una pregunta, o un problema y quieren un consejito. Hay personas que también me dicen que compran LA PRENSA solo los martes para poder leer Nosotras. Yo creo que Nosotras tiene una comunidad de lectores satisfechos.

¿Qué planes tiene a futuro?

Tengo planes de hacer crecer mi negocio, tal vez abrir más sucursales o lanzar más productos. Estoy en planes de negocios con Voces Vitales. Ellos nos facilitan consultores que nos ayudan, nos vienen a aconsejar y trabajan con nosotros para mejorar el negocio. También estoy ofreciendo clases de cocina constantemente para ayudar a mejorar hábitos alimenticios.

¿Qué mensaje compartiría con las lectoras de Nosotras?

Si quieres hacer un cambio en la dieta hazlo con felicidad y alegría, no te castigues por lo que antes hayas hecho mal, olvídate de todo eso. Hay que enfrentar el futuro con alegría y felicidad, pensar en qué afortunada soy porque puedo ver hacia el futuro con ojos innovadores, con ganas de aprender a hacer las cosas de mejor manera.

El arreglo del cabello de la doctora estuvo a cargo de Carlos Corrales, de Max Salon.

Nosotras Carla Fjeld Comida archivo

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