Tatiana Rothschuh
Defender los derechos de su joven hija violentada podría ser una supuesta causa que condujo a la muerte a Hermelinda Reyes González, de 31 años, quien fue asesinada al recibir cuatro disparos, mientras dormía con sus dos pequeños hijos, en una vivienda del municipio de San Pedro de Lóvago, Chontales.
El comisionado mayor Bayardo Rosales, jefe de la Policía de Chontales, dijo que un equipo especializado en criminalística realiza las investigaciones en el lugar para el esclarecimiento del femicidio, ocurrido la noche del pasado sábado.
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La mañana del domingo, al momento de ver el cadáver de su madre, la joven Jodeny González Reyes no vaciló en sospechar de Yerly Espinoza Martínez, la pareja con quien ella convivió y se separó por la violencia de la que fue víctima.
La joven aseguró que su madre la defendía cuando le recetaba machete y palo, “me pegaba por eso me separé, él había dicho que la iba a matar”, sostuvo.
DURMIERON CON SU MADRE MUERTA
Según la médico forense, doctora Julia María González, de los cuatro disparos propinados, dos rozaron el cráneo, uno en el abdomen y uno en la región torácica, este último habría provocado su muerte, pero pudo permanecer con vida, falleciendo al no recibir ayuda. Su cuerpo sin vestimenta fue encontrado boca arriba en la entrada de la vivienda.
Los vecinos dicen haber escuchado disparos a eso de las 10:00 p.m. Dos de sus hijos durmieron con su madre muerta, hasta el amanecer en que uno de ellos fue a avisar donde ella trabajaba.
A la escena del crimen llegó Pedro Ramón González, expareja de Hermelinda, quien dijo sentirse sorprendido cuando lo llamaron. Refirió que tenían dos años de separados, pero diariamente hablaban por teléfono y rechazó cualquier acusación, asegurando que no tenía arma “con costo para comer”, apuntó.
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