El carismático líder centro-izquierdista Matteo Renzi, de 39 años, sin experiencia ministerial o parlamentaria, está cerca de convertirse en el jefe de Gobierno más joven de la Unión Europea (UE), con una notoriedad basada en promesas de arrasar con los privilegios de casta de los políticos.
Renzi, alcalde de Florencia, se presenta con una imagen que parece inspirarse en el exprimer ministro británico Tony Blair y el actual presidente estadounidense, Barack Obama, que encarnaron la ruptura generacional y rompieron o quisieron romper moldes tradicionales de acción y de comunicación. El joven florentino, que en su juventud formó parte de la Democracia Cristiana, pretende transformar los equilibrios internos de un país que vive sucesivas crisis políticas y se sobrepone a duras penas de la recesión.
En diciembre pasado, ganó por amplia mayoría las elecciones internas del Partido Democrático (PD), el principal de la actual coalición gubernamental de fuerzas de izquierda y de derecha. Desde entonces se dedicó a cuestionar al primer ministro, Enrico Letta, también del PD, acorralándolo hasta obtener su renuncia la semana pasada.
Tras ver cómo el lunes le confiaba el presidente italiano, Giorgio Napolitano, la misión de formar un nuevo gobierno, Renzi prometió poner en ello “toda su energía y entusiasmo”.
Gracias a sus eslóganes ocurrentes, sus 'hashtags' en Twitter y su estilo informal, cuenta con un respaldo aún mayor entre los jóvenes, muchos de ellos en contacto con él a través de las redes sociales.
Su poder de seducción alcanza al electorado de derecha y hasta el exjefe de gobierno conservador y magnate de las comunicaciones, Silvio Berlusconi, se dijo impresionado por la nueva estrella de la política italiana.
Un perfil por construir
Renzi prometió este lunes aplicar un programa de reformas en menos de 100 días, como respuesta al desconcierto de muchos italianos que equiparan su “salto al poder” con los usos de la democracia cristiana en los años 80. El ambicioso político no perdió la ocasión de esbozar rápidamente el calendario de reformas, comenzando por la constitucional y terminando por la del fisco, que puede resultar un hueso duro de roer.
Desde su lanzamiento como político a nivel nacional, propuso eliminar el actual sistema bicameral y convertir el Senado en una representación regional, de solo 150 miembros, para lo que se debería enmendar la Constitución, otra tarea que puede revelarse complicada.
Renzi presentó también un documento que se inspira del 'nuevo laborismo' de Blair, con reducción o eliminación de impuestos para reactivar el empleo, en particular el juvenil, que bate récords.
Un 'boy scout' al frente de Italia
Al casi seguro próximo primer ministro se le puede encontrar pedaleando cerca de Florencia. Su vestimenta rompe con los trajes de rigor. Renzi viste vaqueros ajustados, chaquetas de cuero y usa gafas de sol retro.
Nació el 11 de enero de 1975 en Florencia. De joven fue guía 'scout' y a los 19 años se sumó a la Democracia Cristiana, siguiendo los pasos de su padre, un dirigente local de ese partido. En 1994 creó un comité de apoyo a Romano Prodi, como alternativa de centro-izquierda contra Berlusconi.
Trabajó varios años en la empresa familiar de márketing CHIL, que obtiene sus principales ingresos de sus contratos con La Nazione, el diario centrista de Florencia.
El gran salto a la política lo dio en 2001, al convertirse en coordinador del partido cristiano de centro-izquierda La Margherita. En 2004 dirigió la coalición de centro-izquierda en las elecciones provinciales, en las que se impuso con un 58.8 % de los votos.
Durante su mandato como gobernador afianzó su popularidad rebajando impuestos locales, estableciendo un eficiente sistema de reciclado y promoviendo la cultura y la innovación, pero su figura no empezó a ganar notoriedad nacional hasta la campaña por la alcaldía de Florencia, al derrotar en las primarias del PD a un candidato que parecía el favorito. En 2009, fue elegido al frente de la histórica ciudad de los Médicis.
Renzi está casado con una excompañera 'scout', Agnese, profesora de italiano con contratos intermitentes. La pareja tiene tres hijos.