Carlos R. Flores (*)
Ocurre frecuentemente que en algunas organizaciones se cuestiona el hecho reiterado de no lograr resultados sostenibles en Seguridad Operacional. En ocasiones, estos apenas llegan a mediocres o definitivamente malos.
La gerencia se cuestiona frecuentemente el hecho, pensando que está frente a un grupo de incapaces o de personas totalmente desinteresadas o con tendencia a accidentarse por falta de juicio o sentido común.
Lamentablemente, estas tendencias revelan situaciones organizacionales mucho más profundas que pueden ser indicativas de una necesidad mayor de entendimiento por parte de la gerencia de los temas de seguridad operacional, no desde la cómoda superficialidad, sino en determinar las percepciones del personal ante determinadas acciones gerenciales.
Desafortunadamente, el diagnóstico de los valores organizacionales percibidos por los empleados no puede ser realizado apropiadamente por los mismos que dirigen la empresa; las experiencias exitosas surgen cuando esta actividad es conducida por un tercero independiente, puesto que pueden haber otros factores que impiden vislumbrar las percepciones claras que pudiera tener el personal.
Algunas preguntas para la reflexión:
¿Puede el personal definir sin temor cuáles son los valores organizacionales de la empresa?
¿Cuál es la percepción del personal sobre el orden de prioridad de los valores organizacionales? ¿Cuál posición ocupa —verdaderamente— la Seguridad Operacional?
¿Existe un sistema de captura de recomendaciones de Seguridad que esté siendo administrado efectivamente?
¿Se brinda respuesta pronta y efectiva ante las recomendaciones / sugerencias efectuadas por el personal ante situaciones de peligro?
¿Se proveen fondos suficientes para las mejoras en equipos y procesos o se reprograman continuamente?
¿Hay suficiente confianza del personal en que las mejoras propuestas van a ser solucionadas por la administración?
¿Existen metas específicas y medibles de Seguridad en un período de tiempo o solamente se recurre siempre a la vaga aspiración de “nuestra meta es cero accidentes”?
¿Es cierto y existen precedentes que cualquier empleado-a puede detener un trabajo si está en riesgo inminente de ocurrir un accidente, o bien, si hay condiciones inseguras notorias?
¿Se hacen pausas o reflexiones de Seguridad después de algún accidente o casi-accidente significativo?
¿Se conducen charlas de seguridad por los propios empleados?
¿Existe una evaluación anual de desempeño para el personal, y si es así, se incluye una sección para verificar méritos específicos de Seguridad?
¿Se han desarrollado e implementado Reglas Cardinales de Seguridad? ¿Qué sistema de consecuencias traen aparejadas?
¿Existe una inducción previa del personal contratado como un bautizo cultural en al tema de Seguridad?
¿En el análisis de riesgos operacionales se consideran también los comportamientos permisivos de ejecutivos y supervisores?
¿Las normas, reglamentos y procedimientos existen en el papel pero muy poco se cumplen en forma efectiva?
¿La mayoría de las respuestas de la organización frente a las condiciones peligrosas son tardías?
¿Se tiende a burocratizar la gestión de Seguridad más que a participar en ella?
¿Los ejecutivos no participan o se excusan de las capacitaciones de Seguridad?
¿Se realizan reconocimientos ante el logro de metas específicas de Seguridad?
¿Se estimula la participación del personal para proponer iniciativas de mejoras operacionales?
(*) Consultor en Seguridad Industrial. www.noalosaccidentes.wordpress.com
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