Caracas/EFE
El Gobierno de Venezuela celebró lo que consideró “una nueva victoria internacional frente a la extrema derecha” y las supuestas “maniobras” de Panamá en el seno de la OEA tras haberse suprimido en la sesión de hoy el punto referente a la “situación” del país suramericano.
“El Gobierno (…) de Venezuela, tras haber cosechado una nueva victoria internacional frente a la extrema derecha y el golpismo, manifiesta su más firme repudio a las maniobras que el gobierno saliente de Panamá ha intentado promover en el seno de la OEA”, señaló la Cancillería venezolana en un comunicado.
Asimismo, se criticó que el “Gobierno saliente de Panamá” haya designado como “Representante Alterno ante la OEA” a la legisladora María Corina Machado “una diputada venezolana que lidera el intento de golpe de Estado contra la democracia venezolana y personifica la agenda i
ntervencionista de los Estados Unidos” en el país.
En el escrito se señaló, además, que el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y Machado son “herederos de las peores corrientes fascistas” de la región y apuntó que hoy “han quedado en ridículo” y fracasaron.
“El Gobierno de Martinelli ha puesto torpemente en riesgo a su país en el escenario internacional, y lo ha encauzado irresponsablemente por un camino de graves consecuencias políticas y económicas que el digno pueblo panameño no tendría que asumir”, indicó la Cancillería en el comunicado.
También aseveró que el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, “continuará ejerciendo todas las acciones necesarias para proteger y hacer respetar la dignidad del pueblo y la tierra” de Simón Bolívar.
Durante más de ocho horas de debate cerrado a la prensa en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Washington, los países afines a Venezuela hicieron uso de una serie de recursos de procedimiento para impedir el uso de la palabra a Machado, que apenas pudo hablar durante unos segundos al final.
Venezuela rompió relaciones diplomáticas y económicas con Panamá el pasado día 5 en reacción a su petición de promover una reunión en la OEA para abordar la situación del país suramericano, afectado por protestas desde hace cinco semanas que han dejado hasta el momento 31 muertos, más de 400 heridos y más de un millar de detenidos.