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“Somos un país intoxicado”

La decisión del Gobierno de Nicaragua de prohibir la importación de los agroquímicos carbofuran, aldicarb, endosulfan, terbufos, metomil, y etoprofos, además de restringir el uso e importación de paraquat, clorpirifos, brodifacouma, bromadiolona y flocoumafen, es bien vista por científicos del Centro de Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (CIRA). En esta entrevista, Salvador Montenegro, director fundador del CIRA, expone con un poco de historia, los efectos que los agroquímicos han tenido en el suelo y en las personas.

SALVADOR MONTENEGRO DIRECTOR DEL CIRA

La decisión del Gobierno de Nicaragua de prohibir la importación de los agroquímicos carbofuran, aldicarb, endosulfan, terbufos, metomil, y etoprofos, además de restringir el uso e importación de paraquat, clorpirifos, brodifacouma, bromadiolona y flocoumafen, es bien vista por científicos del Centro de Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua (CIRA). En esta entrevista, Salvador Montenegro, director fundador del CIRA, expone con un poco de historia, los efectos que los agroquímicos han tenido en el suelo y en las personas.

::: ¿Cuál es el efecto que tuvieron los agroquímicos que se usaron en el país en los últimos años?

La contaminación con agroquímicos constituye un problema especial. Hay muchas formas de manipular incorrectamente los recursos hídricos, la deforestación la erosión. El peor uso, porque es el más difícil de corregir, es el que tiene que ver con el envenenamiento ambiental.

::: ¿Es un problema viejo entonces?

Cuando después de la Segunda Guerra Mundial aparecen los primeros plaguicidas efectivos en la lucha contra la malaria y en la lucha contra cierto tipo de plagas agrícolas, el mundo creyó que estaba resolviendo el problema del hambre porque al acabar con las plagas, la destrucción de los cultivos estaba bajo control. Es así que aparecen los plaguicidas de primera generación que son los organoclorados, son la primera generación de veneno, son los más viejos y también son los menos efectivos en el sentido que son los que tienen menor toxicidad pero que tienen un problema, es que son acumulables, persistentes y estables. Esto significa que usted compra esta sustancia para aplicarla en el cultivo y de cada diez mil partes, una entra en contacto con la plaga y 9,999 quedan en el ambiente, en el suelo, en el aire, en el agua y empieza a recircular. Nosotros les decimos residuos, la idea de residuo es que queda un poquito y en este caso no es tan poquito. Son miles de toneladas que fueron empleadas y que desafortunadamente, quedaron en los suelos, siguen contaminando suelos, población humana, a los seres vivos de estas áreas y en el ámbito de León y Chinandega hemos presenciado cómo estos residuos pasan de esos suelos a los seres vivos y a las plantas. Hay plantas que no se les aplicó el DDT, pero que uno toma una muestra y encuentra residuos de sustancias en su cuerpo. Y el ganado que se las come, las adquiere, las pasa a su cuerpo y los humanos que se comen el ganado. Es un problema de contaminación severa.

::: ¿Qué tan persistentes son esos químicos?

[doap_box title=”Plano personal” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

Salvador Montenegro, director y fundador del Centro para la Investigación en Recursos Acuáticos de Nicaragua, es profesor de Biología, Ecología y Limnología en la UNAN Managua. Tiene 65 años, está casado y tiene seis hijos y seis nietos. Fue promotor de del Consejo de la Cuenca del Gran Lago de Nicaragua e impulsó la Ley 626, Ley que crea la Comisión de Desarrollo Sostenible de la Cuenca Hídrica del Lago Cocibolca y del Río San Juan. Fue asesor ambiental de la Alcaldía de Managua en el período 2001 al 2005.

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Las madres en El Viejo, Chinandega, en la grasa de su cuerpo, en la leche con que alimentan a sus niños y en su sangre tienen residuos de sustancias tan elevadas que son de un peligro cierto. Antes que el niño nazca en Nicaragua ya está envenenado porque a través del cordón umbilical le llegan estas sustancias porque la madre está envenenada, a bajo nivel, y los bebés nacen con un porcentaje tóxico, de sustancias que se aplicaron en el campo hace más de 50 años y todavía están presentes. La presencia de estos residuos en el cuerpo está ligada a enfermedades serias. Unos médicos del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, durante la revolución, encontraron que las madres nicaragüenses que desarrollan cáncer de cuello uterino, que es una de las causas de mortalidad en el país, tienen al mismo tiempo una concentración de los residuos en su cuerpo, tan altos, que aparentemente estos residuos son responsables de los elevados índices de mortalidad femenina. No solo las mujeres, los casos de cáncer prostático en los hombres de 25 años en occidente, evidentemente esos residuos de tóxicos que están en el cuerpo de las personas por los alimentos que consumimos y que proceden de estos sitios sí tienen un rol importante. Somos un país intoxicado, envenenado por la presencia de estos residuos.

::: Los agroquímicos que están ahorita en la polémica, ¿tienen ese mismo efecto que usted describe?

Cuando te hablaba de los organoclorados te hablaba de los más viejos, que son persistentes, y que tienen al mismo tiempo baja toxicidad. Con el tiempo las cosechas desarrollaron nuevas formas de plagas que desarrollaron cierto nivel de tolerancia a esos tóxicos viejos. El negocio de producir veneno es próspero porque siempre hay quienes quieren usar estos venenos. Aparecieron los organofosforados, entre los que se encuentran venenos activos y que tienen una variante, se descomponen rápidamente. Mientras otros pueden pasar hasta 500 años en el ambiente, los organofosforados fueron una novedad porque sí se descomponen en decenas de años. Son tan tóxicos que causan la muerte inmediata. Por eso es que la fosfina (pastilla de curar frijoles), que ya ven los resultados, alguien por error o decisión ingiere una y es caso perdido.

::: El riesgo es más alto entonces para las personas que están en el campo, pero ¿qué pasa con las personas que compran los productos, el consumidor final?

Te voy a narrar un comentario que nos hizo un productor de Apanás. Le preguntó (uno de nuestros científicos) al dueño de la parcela, si de esos repollos preciosos, lindos que estaba vendiendo, si ellos comían de esos repollos: “Dios me libre —le dijo—, yo nunca como de estos repollos que vendo y cultivo porque la cantidad de veneno que lleva es suficiente para matar a cualquiera. Yo nada más los cultivo y los vendo”. Eso te da una idea de la conciencia sobre la toxicidad de los productos que se emplean y de la irresponsabilidad, porque para mí solo es un producto, los cultivo y lo vendo, se lo puedo dar a la suegra pero no dejo que lo consuman sus hijos. El Gobierno con el intento o la decisión de designar medidas de control, en mi opinión pienso que está siendo sumamente responsable.

::: ¿Qué alternativa le queda al productor que necesita de esos químicos para poder vender y ganar?

Ahí viene la parte de la educación que yo te mencionaba. Lamentablemente somos aplicadores de recetas. La receta o la ficha técnica del cultivo te la da el mismo que te vende el veneno. Hay una cadena donde el extensionista agrícola, el ingeniero que llega a supervisarte el cultivo que llega a supervisarte el cultivo te dice que “te va a aparecer la plaga tal”, antes que llegue esa plaga tal, “te conviene fumigar con este producto maravilloso que acaba de salir al mercado y te inmuniza”, que es más falso que un billete de tres pesos. Porque no debería ser intoxicado o envenenado antes que se vuelva plaga.

::: Estas plagas, ¿son más fuertes que hace ya varios años?

Eso es parte del problema, porque la aplicación de estos tóxicos, se necesite o no se necesite, lo que estás haciendo es inmunizando a la población (de plagas), porque les estás haciendo el favor de aplicar selección natural eliminando a aquellos que no toleran ese tóxico, el problema es que quienes se quedan vivos son capaces de producir generaciones que toleran mejor ese tóxico. El empleo de esta sustancia sin necesidad crea un beneficio a la población de insectos que lo reciben y un beneficio al bolsillo de las empresas que lo generan.

::: ¿Qué es más peligroso comer entonces, la carne o el vegetal?

La costumbre de alimentar el ganado con rastrojos ha sido una excelente forma de facilitar la ingesta de tóxicos abundantemente contenidos en tejido vegetal directamente al ganado. Pero esta no es la única práctica errónea, sea el ganado el que entraba a los algodonales a alimentarse de los residuos de vegetación saturada de todo tipo de sustancias tóxicas o los cerdos que son alimentados de los maníes enterrados, estás hablando de suelos saturados con tóxicos.

::: ¿El suelo siempre es óptimo para el cultivo, independientemente de estar envenenado?

Depende de los criterios. Hay sitios donde por ejemplo, si tuviéramos una legislación estricta no debería ser posible cultivar vegetales que vayan a ser consumidos por la gente porque son suelos que están saturados de residuos tóxicos por muchos años. Hoy por hoy en Chinandega es difícil encontrar un solo pozo que haya sido excavado artesanalmente y que contenga agua segura para su consumo. Nunca hemos encontrado uno que esté libre, de los excavados, que por ser excavados con pico y pala están cerca de la superficie. Hace unos 20 años hicimos un ejercicio que tomamos una muestra de sangre de diez hombres en occidente, 10 en el centro y 10 en Juigalpa y medimos la cantidad de residuos de DDT. Los diez de El Viejo salen con barras altas, los de Managua medio y los de Chontales más bajos. Esto fue interesante porque te dice que dependiendo de dónde estés habitando y qué comés, así es la cantidad de residuos que tenés en tu cuerpo.

Sección Domingo CIRA intoxicado Montenegro archivo

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COMENTARIOS

  1. Aurora
    Hace 10 años

    Si, intoxicado por la escoria de la derecha y de la izquierda.

  2. Raymundo
    Hace 10 años

    interesante el articulo pero incompleto y efímero

  3. Justo Nicaragua
    Hace 10 años

    Talvez la única buena decisión que ha tomado el inconstitucional desde que instauro su dictadura en 1979.

  4. Antonio Vargas
    Hace 10 años

    Interesantísimo. Debería ser lectura obligatoria en toda Nicaragua

  5. E. Arturo Castro Frenzel
    Hace 10 años

    Ciertísimo lo expresado por el Dr. Montenegro. El problema de la intoxicación va ahora mano a mano con la introducción de las semillas “mejoradas”, otra manipulación de empresas internacionales para volvernos más dependientes aún: están tratando de desplazar a las semillas criollas para luego obligar al agricultor a comprar agroquímicos para “producir más”. Las semillas criollas o acriolladas producen menos, pero nutren más y no necesitan agroquímicos. ¡Protejamos lo nuestro!

  6. Chicho
    Hace 10 años

    Muy interesante, que seria la solucion para evitar usar quimicos? en las plantaciones sanatizar la semilla antes de sembrarla porque el mismo rubro genera su plaga debido a que si en la terreno no se siembra no hay plaga./

  7. Pongan un vivideros p abonos organicos.
    Hace 10 años

    Nosotros mismos estamos buscamos los males para nuestro pueblo,pq no sembramos organicamente todas las comidas frutas pueden usar para hacer abonos organicos,pero ya los q producen los diferentes derfilizantes ya le lavaron los cerebros no a los males producidos en los laboratorios nos quieren tener emfermos poreso quieren seguir vendiendo de nunca acabar.No gasten tu dinero mejor recojan las frutas y hagan abonos de ellos organicos y vendalos a los agricultores Nicas como le encantar gastar.

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