El Día de las Madres en nuestra querida Nicaragua está desnaturalizado por el interés comercial y consumista, al mismo tiempo lleno de olvidos e insensibilidades.
Cuando hablamos de muerte materna es aquella muerte de la mujer en razón del embarazo, parto y hasta 42 días después del parto y no por causas accidentales, forma parte de los ocho objetivos del milenio.
Hay conmoción cuando vemos con tristeza femicidios en el país, pero nos olvidamos que la pobreza, ignorancia, falta de oportunidades socioeconómicas como el desempleo, discriminación y la violencia son factores decisivos que matan mujeres en un momento de sus vidas tan maravilloso como lo es el embarazo.
Aspectos relevantes son los embarazos no deseados (48 por ciento o más) y el atropello que significa negarles el derecho al aborto terapéutico. El embarazo no es una enfermedad. Debe ser fuente de ilusión y esperanza, pero si se actúa con irresponsabilidad individual, familiar o social, los resultados son niños muertos, malformaciones congénitas o niños prematuros. Los problemas de las mujeres también son problemas de los hombres y de toda la sociedad.
El embarazo debe diagnosticarse lo más rápido posible, mientras más temprano se inicien cuidados prenatales mayores garantías existirán para “el binomio madre-hijo” considerado prioritario.
El período reproductivo ideal para la mujer va de 18 a 35 años, en los cuales la procreación de tres hijos no perjudican su salud. El chequeo médico previo al matrimonio sería de gran beneficio para establecer la condición de salud de quienes han decidido fundar una nueva familia.
Se dan las situaciones de que una mujer llega al hospital, en el mejor de los casos, a parir a su hijo y nunca recibió ningún tipo de atención ni seguimiento prenatal. En nuestro país vemos avances como es el hecho de que la captación de los embarazos por parte del sistema de salud estatal ha pasado de un 34.7 por ciento en el 2005 a un 55.8 por ciento en el 2012.
Se ha aumentado el número de niños que nacen gozando de asistencia médica, el reporte del año 2012 da cuenta que un 74.2 por ciento de esos recién nacidos, es decir tres de cada cuatro vinieron al mundo en manos de profesionales. Pero en el año 2005 solo el 49.8 por ciento de los bebés contaron con esa oportunidad.
Las principales causas de muerte materna identificadas en nuestro país son: hemorragias relacionadas con el embarazo, el parto y el puerperio en 34.07 por ciento. Enfermedades crónicas en un 22.85 por ciento. La preeclampsia, eclampsia y el síndrome de Hellp en un 16.83 por ciento de casos. La mortalidad materna en el mundo “es inaceptablemente alta”: 289,000 fallecimientos de madres en el pasado año. (OMS) Cada día mueren en el mundo 800 mujeres, en su mayoría de zonas rurales o pobres, por causas relacionadas con el embarazo y el parto, 99 por ciento de ellas en países del “tercer mundo”. Las mujeres adolescentes tienen riesgo incrementado. La muerte materna pasó en nuestro país de 86.47 mujeres fallecidas por 100,000 nacidos vivos en el 2005 a 50.6 casos por 100,000 nacidos vivos en el 2012. Y es una lucha de todos para que continúe disminuyendo.
¡Felicitaciones madrecitas lindas! El autor es médico internista y químico-farmacéutico.
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