LUGANSK/AP
Cientos de insurgentes armados atacaron un campamento de guardias fronterizos en el oriente de Ucrania y al menos cinco rebeldes murieron en el enfrentamiento, dijo el lunes un portavoz de los oficiales.
Rebeldes uniformados cerca de la base de Lugansk prometieron seguridad a los oficiales si se rendían y entregaban sus armas. Los insurgentes pro rusos, que han tomado edificios de la policía y del gobierno en todo el oriente del país, han lanzado ataques cada vez más agresivos contra puestos de control y guarniciones del gobierno con el objetivo de quitar armas y municiones a los soldados ucranianos.
Serhiy Astakhov, portavoz del servicio de guardias fronterizo, dijo por teléfono a The Associated Press que una evaluación preliminar indicaba que cinco rebeldes murieron y ocho resultaron heridos en el ataque en el campamento en Lugansk, una importante ciudad cerca de la frontera con Rusia. Agregó que también resultaron heridos siete oficiales, tres de ellos de gravedad.
El ataque inicial por parte de unos 100 insurgentes fue repelido por los guardias fronterizos y el número de atacantes creció a unos 400 unas cuantas horas después. Astakhov dijo que los enfrentamientos seguían y que las fuerzas ucranianas enviaron un avión a la zona, pero no han podido sofocar el ataque.
Un reportero de la AP vio al menos a un rebelde muerto más o menos a un kilómetro de la base. Sus compañeros se acercaron y lloraron al ver el cadáver. Un rebelde dijo que el hombre fallecido era uno de sus cabecillas.
La violencia se detuvo alrededor de la 1 de la tarde, pero se reanudó pocas horas después con fuertes disparos. No había evidencia clara de los refuerzos militares aéreos del gobierno enviados a la región.
Un insurgente que dijo llamarse Vlad Sebastópolsky, dijo que milicianos pro rusos rodearon la base pero ofrecieron a las tropas ucranianas un corredor seguro siempre y cuando entregaran sus armas. Sebastópolsky es de un grupo rebelde que tiene su base en el pueblo de Antratsyt, otro poblado en la región de Lugansk.
Vladislav Seleznyov, secretario de prensa de la operación ucraniana contra los rebeldes en el este, dijo que la base es un importante nodo para los guardias fronterizos en toda la provincia, y dijo que el ataque posiblemente fue un intento por interrumpir las negociaciones.