Ulises Huetes Maltez
La Alianza Francesa, en Nicaragua, fue fundada en 1965 bajo el entusiasmo hacia Nicaragua del embajador de Francia, Raymond Pons.
Su primer edificio fue donde estuvieron hasta hace poco tiempo las oficinas del Cosep. El terremoto de 1972 no le provocó ningún daño a la estructura esquinera, de dos pisos, donde fue la calle El Triunfo, cerca de la PRENSA, y de la casa de la familia Belli.
Hace poco se realizó la semana de la francofonía, en la Alianza Francesa de Managua, con comidas, vinos de la Bourgogne, Côte d´or, así como de Bordeaux; quesos, parte de las sesenta variedades que existen en Francia; presentación de courts métrages, danza, cultura y civilización francesas fueron la nota en que estuvieron involucradas tanto la Alianza Francesa de León como la de Managua, así como un festival de cine francés y europeo, presentados en los cines de Managua; con el auspicio del attaché cultural de la embajada francesa y del embajador Antoine Joly, interesante poeta involucrado en la cultura nicaragüense y de la señora directora de la Alianza Francesa de Managua, la guapa Melanie Bourchard, amante de la cultura de su país y de la nuestra.
¿Cuántas personas francoparlantes hay en Nicaragua? No se sabe, pero sí me atrevería a decir que hay más de lo que uno se imagina. Ya desde los años sesenta del siglo pasado, el doctor Ulises Huete Loredo, francófilo y francófono, invitaba a los attachés culturales a Juigalpa, Chontales, a departir y a dar conferencias sobre cultura y civilización francesas; el que escribe dio cursos gratuitos, en la Diócesis del obispo Pablo Antonio Vega en 1974; era la época en que el Ministerio de Educación tenía en su programa de estudios el idioma francés, en el quinto año de secundaria
En 1963, el embajador Raymond Pons gestionó para hacer cursos de posgrados a médicos en Francia, entre los que partieron el doctor Roger Díaz Estrada, el doctor René Sandino Argüello (q.e.p.d.) y mi padre, el doctor Ulises Huete Loredo (q.e.p.d.) y desde entonces son incontables los médicos que han ido a Francia.
A comienzos de 1970 me tocó en el quinto año de secundaria aprender las primeras letras de francés en el colegio Centro América. Mi compañero, Bernard Kirshner Oviedo, me propuso ingresar a la Alianza Francesa de Managua, lo cual acepté de inmediato. Ingresamos al curso I, evidentemente que Bernard sabía que yo partiría, ese año que nos bachillerábamos, a hacer mis estudios de medicina, en mi carácter privado, a la universidad que mi padre venía gestionando cupo, a través de los laboratorios Specia (Rhône Poulanc).
Desde que se ingresaba a la Alianza Francesa se sentía un ambiente relajado, de cultura, música de Charles Aznavour, etc. El director en esa época era Michel Brossard, disciplinado, exigente y excelente profesor. Visitaban la Alianza muchos franceses desconocidos para nosotros, a leer los diarios y revistas como Jours de France, etc. Sin embargo, lográbamos reconocer a Alain Creusot, el vulcanólogo.
Finalmente, me tocó partir a la faculté de Médecine de Dijon, Francia, en junio de 1971, posteriormente daría clases en la Alianza Francesa de León (19741978). El director era Jean Pierre Barathe, hombre abierto, en esa época se abrió L´Amicale des anciens élèves, de la cual fui presidente.
El autor es médico. Diplomado Alianza Francesa de París.
Ver en la versión impresa las páginas: 11 A
